El Bosque no es un pozo sin fondo, sino la única Villa renacentista que hay en España.
Desde finales de diciembre de 2023 no hay ningún jardinero cuidando del BIC-Jardín Histórico El Bosque de Béjar, y no por baja médica o motivo justificado semejante, sino por haber terminado el período de un año por el que se había contratado a las dos personas que hasta entonces lo atendían.
Después de una cuestionable intervención en la Alameda de El Bosque (véase nuestra foto denuncia nº 55) cuyo mayor beneficio era recuperar el acceso público por la Puerta de la Justa y el recorrido original renacentista, las administraciones titulares del BIC parecen incapaces de mantener las condiciones de apertura para las que se invirtieron miles de euros de nuestros impuestos, y todo por no aportar un poco más, apenas 4000 euros extra, en rematar la faena con un kiosco o caseta para resguardo de quien deba atender a los visitantes. El acceso por la Puerta de la Justa era una reivindicación del Grupo Cultural San Gil planteada a principios de este siglo, allá por el lejano año 2000; su propuesta de caseta o kiosco data de la misma fecha.
Repasemos el catálogo de fechorías que esta secta de arrimados (y arrimadas) está infligiendo al Jardín Romántico de El Bosque de Béjar bajo una falsa idea de "restauración".
Reflexiones de un profesor cabreado, a propósito de la nueva ley educativa.
a vergonzosa intervención perpetrada por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Béjar en la Huerta de Abajo de El Bosque ha dejado aquel espacio histórico convertido en un erial de hierba atestado de chatarra,absurdos pavimentos y otras alteraciones, una ocasión perdida para recuperar la mayor terraza del conjunto renacentista.
Los horrores anunciados antes de iniciarse las obras ya se han materializado.
Consideraciones finales
Los árboles centenarios y su cortejo arbóreo, arbustivo y floral
Mobiliario de jardín: lujo burgués por catálogo
Una fuente renacentista, otra ausente y un pastiche fontanero
Imágenes actuales de sus restos
No se burlen de las burlas: la fuente escondida y otros zampilli
La fuente que vino de Milán