San Esteban de la Sierra: Mucha imaginación y colorido en el desfile de carrozas

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Septiembre 16, 2003

La imaginación y el ingenio son las principales cualidades de los componentes de las múltiples peñas de San Esteban de la Sierra en la elaboración de las carrozas que desfilaron en el cierre de las fiestas de esta localidad serrana. El desfile es una de las tradiciones que cobra fuerza con el paso de los años, a tenor de la imaginación derrochada en su confección y los cientos de asistentes al desfile.

La comitiva recorre la plaza, que poco después se convierte en improvisado coso taurino. El desfile estaba encabezado por la carroza que portaba a la reina y dama, engalanada con elementos naturales. Tras ella, la primera de las peñas, emulando los tópicos mexicanos del mariachi, los cactus y el oeste. Pero sin duda los que se llevaron la palma fueron los componentes de la peña que imitó a los famosos galos de los cómic que lucharon contra los romanos. Los conocidos Asterix y Obelix y los componentes de la aldea gala a la que pertenecen los personajes de cómic, marmita de poción mágica y escudo señero de la aldea incluidos, aparte del tándem Herrero-Pescadero, muy bien caracterizados. El desfile es, en definitiva, todo un acontecimiento social que es seguido por cientos de vecinos y visitantes.

Tras el desfile tuvo lugar la novillada, en la que se lidiaron dos novillos de acreditada ganadería del Puerto de San Lorenzo, para el novillero Jesús Granado, acompañado de su cuadrilla. La novillada tiene lugar en el singular coso que se construye, de forma provisional, en la plaza del pueblo, a base de talanqueras y de las tradicionales escaleras que demarcan el lugar de sus propietarios que de esta manera tan singular reservan su localidad en el improvisado coso.

Las fiestas de San Esteban concluyeron con la verbena amenizada por María Mercedes y su grupo a las 23 horas. El sábado tendrá lugar el reparto de la carne de los novillo lidiados en el local de de Gonzalo oliva.

Fotos: Santiago Nieto