Vuelta al mundo: "Volveré más ecléctico"
Alberto Vara y Daniel Molina. El primero aboga por la capacidad de elegir, y el segundo por el escepticismo que comporta la decisión. Ambos mantuvieron una conversación a propósito de la vuelta
La Voz de Salamanca (Daniel Molina, La Voz de Salamanca) / Daniel Molina: Bueno viajero kali, ¿qué vas a hacer?
Alberto Vara: Ahora mismo me voy a acabar el zumo, voy a mi casa y voy a disfrutar de mi última comida antes de marcharme de viaje.
DM. Te marchas de viaje... ¿adónde?
AV. Pues al mundo. Me voy a dar la vuelta al mundo. Tengo billete para Sudáfrica y el resto del viaje es una incógnita.
DM. Y esto de dar la vuelta al mundo, ¿es porque viste la serie de Willy Foog?
AV: Yo de pequeño leía mucho a Julio Verne, a mi siempre me han gustado mucho las batallitas, entonces esto forma un poco parte de eso, quiero ver lo que hay por ahí, y bueno a diferencia de lo de Willy Foog, voy con poco dinero y con más tiempo que él.
DM. ¿Pero apuestas algo?
AV. No, conmigo mismo. Es un reto. Es una oportunidad de probarme a mí mismo. Siempre he estado muy seguro de las cosas que he hecho, y quiero probarme ante situaciones más complicadas.
DM. ¿Y te patrocina alguien?
AV. Nada. No. Prefiero la libertad al dinero.
DM. ¿Prefieres la libertad al dinero? El dinero es una forma de libertad.
AV. Sí, pero hay más formas de libertad. El ir donde yo quiera sin que un patrocinador te diga dónde tengo que ir por ejemplo. La libertad sirve para aumentar la capacidad de elección. La libertad parcial, cuanto más amplia mejor.
DM. ¿Tú crees? Entonces si tú vas a viajar porque dices que amas la libertad, y si tu concepto de ella está en ganar terreno a la capacidad de decidir, tu destino ideal será Sierra Leona...
AV. No, no se trata de destinos en concreto. Se trata de que yo en un momento determinado pueda ir a Sierra Leona. Yo sería libre del todo...
DM. Sierra Leona es un país muy libre según tu concepción de libertad.
AV. ¿Tener capacidad de elección?
DM. Claro. Un país donde apenas hay estado, donde todo el mundo hace lo que le da la gana, ahí tiene todo el mundo la capacidad de libertad. De asesinar a quien quiera, sin ningún tipo de impedimentos ni de limitaciones coercitivas de carácter legal.
AV. Aunque fuera verdad, eso es una libertad en inestabilidad. Para poder elegir hay que poder conocer las opciones.
DM. ¿Conoces algún tarado que vaya a hacer esto?
AV. Sí contacté por Internet con una chica que está ahora mismo haciendo esto y la verdad que es un apoyo.
DM. ¿Crees que te puede pillar alguna inestabilidad entre dos países que te obligue a cambiar de ruta?
AV. Sí, sí. Estoy seguro.
DM. Eres una persona con pasta.
AV. No tanta, no tanta. Para hacer esto me falta. Es una pregunta que me han hecho mil veces lo del dinero. Pero no me llevo ni 10.000 euros.
DM. En todo caso eres una persona con mucho tiempo libre.
AV. Eso sí. Sin ningún género de dudas. He dejado el trabajo, tengo todo el tiempo libre.
DM. ¿Vas ligero de equipaje, como decía Machado?
AV. Voy ligero de equipaje, pero sobre todo por una cuestión de dinero, y porque claro, lo que permite el avión son 20 kilos.
D.M. ¿Y cuántos pares de calcetines llevas?
A.V. Pues no muchos. La verdad es que no los tengo contados, pero sobre 6 o 7. En la mayoría de albergues sobre todo del tercer mundo tienen la opción de lavar la ropa.
DM. Tú eres un ciudadano. No te patrocina nadie pero eres un ciudadano. ¿Tienes pensado contar alguna experiencia política en un remoto lugar?
AV. Pues depende, relacionarme con alguien político en Zambia puede ser bastante temerario.
DM. ¿Vas a visitar muchas tiendas de Zara?
AV. Pues la verdad es que no es uno de mis objetivos de mi viaje. Ropa tendré que comprar por el camino, seguro que en mercadillos locales.
DM. Y si te rompes una pierna, ¿vas a visitar hospitales?
AV. He optado por un seguro médico por una cuestión sencilla, por ejemplo si en El Himalaya, me descalabro y me rompo una pierna, me tienen que ir a rescatar en helicóptero, luego ahí me pasan la factura porque yo no cotizo en China, entonces lo mejor creo que es llevar un seguro que te cubre todo.
DM. ¿Y qué experiencia vas a extraer de esto? ¿Vas liberal y volverás socialdemócrata?
AV. Hay una frase que dice, que las cosas más puras suelen ser una pura mierda. Voy a volver más ecléctico, yo soy muy ecléctico. Nadie está completamente equivocado y nadie tiene la razón absoluta de las cosas.
DM. ¿Vas de viaje para conocer el liberalismo con rostro real, o con rostro humano?
AV. ¡Qué obsesión con el liberalismo! Ojalá el liberalismo fuera real y con rostro humano.
DM. ¿Ojalá? Pero yo creo que te estás confundiendo. Confundes una concepción de liberalismo político, con una concepción de liberalismo económico. No son los mismos los valores liberales políticos, que los padecimientos de los valores liberales económicos que todo el mundo conoce también, pero que no comparte. Yo creo que hay que separar el liberalismo político como concepción de la organización política, que nace de las revoluciones liberales comenzadas a partir de la Revolución francesa y la Independencia norteamericana, y la otra esfera es el liberalismo económico muy distinto al político. El liberalismo económico es una doctrina económica como lo pueda ser el intervencionismo. No tiene ninguna relación.
AV. Yo los relaciono bastante, hay una concepción que es evidente, la tierra para quien la trabaja. En el tercer mundo la tierra no es para quién la trabaja, sino para el cacique del tercer mundo. El liberalismo tiene esa relación.
DM. Bueno yo no comparto esta opinión. Vamos a ver, para irme al campo y montar mi garito, tengo que tener una propiedad. Los del capitalismo son valores tan asumidos, que es una identidad, lo cual me repugna. Pero una identidad, para no ser rémora, debe ser electiva, yo soy del barça porque no soy del Madrid, pero el liberalismo, el capitalismo, es una identidad no electiva, de manera que, la capacidad de elegir se esfuma en el momento de que ello comporta una identidad forzosa.
AV. Pero tú puedes elegir poner tu propiedad al servicio de los demás. Es totalmente legítimo.
DM. Muy bien, pero es son formas de sociedad. Yo puedo hacer una sociedad anónima, limitada, no sé que, comanditaria, pero vivir bajo una forma totalmente comunitaria no puedo.
AV. Tienes que registrar la propiedad. Tú no tienes derecho a usurpar la propiedad de otra persona.
DM. Bajo el concepto de libertad.
AV. Yo tengo derecho a un Ferrari. Como no lo tengo no hay libertad. Mire usted, es elegir entre lo que tú tienes. La libertad de uno empieza donde termina la de los demás.
DM. Volvamos al viaje. Vamos a concluir con dos preguntas breves. ¿Cuánto cuesta un café en Sudáfrica?
AV. No tengo ni idea. Pero para empezar lo que toman allí es té y no café, pero lo más seguro es que los precios sean parecidos a los europeos.
DM. Y la última pregunta... ¿Cómo un liberal como tú, con capacidad para elegir, redactor de un periódico que te trata tan bien, como LA VOZ DE SALAMANCA, no invita a todos sus compañeros, y sin embargo amigos, a una cerveza el último día que estés aquí?
AV. Oye, que te estoy pagando el whisky.
DM. Pero a mí. ¿Y el resto?
AV. A todo el mundo que quiera que se ponga en contacto conmigo le invito a lo que quiera. ¿Cuándo vas a publicar esto?
Para más información sobre el viaje y sus circunstancias: www.albertodepaseo.com