La Unión despide la temporada ante su afición con buen juego y goles

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Junio 08, 2008

Triunfo de la unión Deportiva Salamanca ante el Celta de Vigo que le sirve para conseguir matemáticamente la permanencia, un año más, en la división de Plata del fútbol español. El partido de hoy, el último en el Helmántico, sirvió para que los unionistas

La Voz de Salamanca (Gorka Esparza, Javier Bolaños) / Triunfo de la unión Deportiva Salamanca ante el Celta de Vigo que le sirve para conseguir matemáticamente la permanencia, un año más, en la división de Plata del fútbol español. El partido de hoy, el último en el Helmántico, sirvió para que los unionistas se despidieran de su afición con varios minutos de buen juego, con tres goles -aunque pudo ser alguno más- y con cierta sensación de optimismo por el hecho de que, Juan Ignacio Martínez haya conseguido construir un bloque homogeneo que quizás el año que viene, si las turbulencias extradeportivas amainan, esté obligado a algo más.

UD Salamanca: Pagola; Gañán, P Boltelho (Acuña, m. 85), Pelegrín, Catalá, Álvaro; Bustos, I. Jové (Tomás, m. 77), Quique Martín, Toti (David Rodríguez, m. 69), Dañobeitia.

Celta de Vigo: Esteban, Lucas, Agus, Noel (Sales, m 52), Alonso, Lequi, Vitolo, Michu, Núñez, Iago Aspas, Guayre (Aycart, m. 60), Perera (Mario Suárez, m. 74).

Goles: 1-0, m. 48, Dañobeitia. 2-0, m.56, Toti. 3-0, m. 73, Pelegrín. 3-1, m. 81, Pelegrín (pp)

Árbitro: Ceballos Silva (C. Extremeño). Auxiliado por Rastrollo Sanabria y Estévez Salgado (C. Extremeño). Amonestó a Bustos (m. 50) por la Unión y a Agus (m. 62) Lequi (m. 66), Sales (m. 67) y Pererea (m. 70) por el Celta. Expulsó al céltico Sales en el 82, por roja directa, tras una dura entrada a Botelho.

Incidencias: Partido correspondiente a la 41ª jornada del Campeonato Nacional de Segunda División. 6329 espectadores. Antes de iniciar el encuentro se entregó el premio García Traid a David Catalá y Gañán. Los jugadores unionistas saltaron al terreno de juego con una camiseta de recuerdo a Sergio Postigo, lesionado recientemente.

Gélida comenzó la última tarde futbolísitica del Helmántico (esperemos que sólo por esta temporada) con una lluvia que amenaza con quedarse para siempre y con los jugadores sin saber muy bién a qué dedicarse durante los diez minutos que transcurrieron entre los prolegómenos previos (sorte de campos, fotos de rigor, saludos entre capitanes) y un pitido inicial sincronizado con otros campos pese a que lo que ocurriese en el césped salmantino no afectase directamente a los intereses de quienes sueñan con ascender a primera o sufren por no descender al infierno de la Segunda B.

Y así, entre que en Salamanca nada había en juego, que el Celta aterrizaba en Salamanca muy devaluado en su atractivo y también, que Nadal se jugaba en París su cuarto Roland Garros y que los futboleros tienen la mente puesta en la Eurocopa, la asistencia del respetable -pese a ser de las mejores de la temporada- dejó nuevamente insatisfechas las previsiones de la bienintencionada directiva unionista que para el encuentro de hoy volvió a fijar precios asequibles.

Y, fiel a su costumbre, la Unión comenzó asendiando por bandas a un rival tan bien colocado en el campo como poco motivado para inquietar la meta del navarro Pagola. En cinco minutos Quique, Dañobeitia e Isaac ya habían pisado la meta del veterano Esteban.

En el ecuador de la primera parte la Unión desplegó buenos minutos de juego con sendas internadas por banda izquierda, primero de Toti, que encontró la bota de Dañobeita, que muy forzado en su posición envío fuera la pelota, y posteriormente de Botelho que Toti envió alto aunque con mucho peligro.

Replicó por banda derecha Isac, enviando un buen centro a Dañobeita que no tuvo suerte en el remate.

21 minutos tardó el Celta en avistar con peligro la la meta de Pagola pero el envió de Guayre no encontró respuesta certera en un Perera poco participativo en los primeros compases.

En el 34, Iago Aspas a pase de Perera envió un durísimo chut que PAgola tuvo que repeler a córner con la vieja pero segura técnica de emplear los puños.

El inicio del segundo tiempo fue fulgurante. A los tres minutos, una meritoria jugada personal de Botelho fue culminada por Dañobeitia de tiro raso cruzado.

Y tan solo ocho minutos después, fue Mikel Dañobeitia el que sirvió a Toti para que se internase por la izquierda del área y, ante la pasividad de la defensa viguesa, cruzase el balón, esta vez al palo corto de Esteban.

Replicó el Cela con una internada veloz de Fernando Sales pero su pase fue rematado con bastante más espectacularidad que oficio por Perera atrapando Pagola el manso taconazo.

Más peligroso resultó el remate de Núñez toda vez que el gol parecía asegurado al haber superado al meta Pagola. Sin embargo, el testarazo fue repelido por el siempre atento David Catalá, premiado hoy como el jugador más regular del conjunto Unionista.

En el minuto 66 el colegiado extremeño sancionó como penalti la entrada de Lequi a Dañobeitia pero el fortísimo chut lanzado por Quique Martín desde los once metros fue parado por Esteban. El rechace lo envió Toti a la Red pero el línea señaló con acierto fuera de juego.

En el 72, Quique pudo enmendar su error con un tiro que pese a buscar la escuadra fue repelido por Esteban. Y a la salida de ese córner, Pelegrín, de magnífico cabezazo envió por tercera vez, el balón a las redes de la meta céltica.

Dos minutos después, y pese al aguacero que en ese momento caía sobre el Helmántico, el delirio pudo llegar al graderío cuando Dañobeita consiguió enviar desde la línea de fondo un acrobático pase a David Rodríguez pero el gol de este fue anulado al decretar los colegiados que el balón había superado completamente la cal.

El gol del Celta llegó en en el minuto 81, cuando Fernando Sales culminó la internada con un pase forzado que fue repelido por Pelegrín con la mala suerte de introducirlo en su propia meta.

En los compases finales, David Rodríguez y Quique realizaron una buena pared que pudo acabar con el balón en las redes si el delantero charro se hubiera percatado de la presencia de Dañobeitia a su izquierda, libre de marca.

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