Los tres días
www.ciudadrodrigo.net Los de este fin de semana, quizá sean los más festivos y los más locos del año, los más alegres, y los más peligrosos en toda España. En ellos nadie está en su sitio vital habitual, bueno no, pues los hosteleros están ahí para que es
José Luis Sánchez-Tosal / www.ciudadrodrigo.net
Los de este fin de semana, quizá sean los más festivos y los más locos del año, los más alegres, y los más peligrosos en toda España. En ellos nadie está en su sitio vital habitual, bueno no, pues los hosteleros están ahí para que esto sea posible, es decir que los dieciocho millones de personas que se calcula que estos días están de vacaciones serán atendidos por ese gremio que cuanto más personal está de vacaciones ellos curran más. Es decir, que en ellos el país entero tiene puesto “Cerrado por vacaciones”, y está con amigos o la familia, en un lugar desconocido o en su pueblo de toda la vida, en bailes y meriendas, con vino y noches larguísimas más mañanas sin despertador y con mares o piscinas que mitigan el calor y cuerpos gloriosos cercanos que hacen sudar y con siestas que siguen a comidas pantagruélicas con tardes con la mente en blanco.
No creo por tanto que en estos días, querido lector, te dediques a leer esta página, sin embargo, aquí estoy yo casi como los hosteleros, cumpliendo con vosotros y llenando la página, pero al mismo tiempo siendo consciente de que tiene que ser como aquel conjunto vacío matemático que yo nunca llegué a entender, o sea, que usted tiene que leer la misma página de siempre y sin embargo en ella sería un pecado que apareciera la crisis, o el desacierto de algún político local de turno, o el aprovechamiento de los Juegos Olímpicos por parte de Rusia para hacer su agosto en Georgia, y todo lo que ahora estos días consideramos zarandajas, aunque estén ahí golpeando, pues la realidad es tan perversa que no se toma ni estos tres días de vacaciones. En fin, ni yo, pues como ven aquí estoy con ustedes ejerciendo este trabajo de escribir que por estas fechas a mí también me vaga como menos, quizá sea porque como dijo Sartre “Felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace”. Y yo, para qué engañarnos, comunicarme con ustedes me hace disfrutar, pues que ustedes también disfruten estos tres días y que sirvan para aliviarle las cargas de todo el año.