Sadam Husein condenado a morir en la horca

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Noviembre 05, 2006

El ex dictador ha sido juzgado por la muerte de 148 chiíes en 1982.- Bagdad y dos provincias vecinas están bajo toque de queda.

La Voz de Salamanca (AGENCIAS, Terra noticias, El Pais.es) / El Alto Tribunal iraquí ha dictado hoy sentencia contra el ex presidente iraquí, Sadam Husein -derrocado por la invasión estadounidense de marzo de 2003- y le ha condenado a morir en la horca por la matanza de 148 chiíes en la aldea de Dujail en 1982. Junto al ex dictador han sido juzgados siete de sus antiguos colaboradores; dos de ellos han sido condenados a muerte. Los abogados defensores han anunciado que recurrirán el dictamen. Sadam Husein, visiblemente afectado, ha gritado al conocer su sentencia: “¡Allahu Akbar!” (“¡Alá es grande!”) y “¡Larga vida a la nación!”.


Barzan Ibrahim al Tikriti, uno de los hermanastros del ex dictador y antiguo director de los temidos servicios de inteligencia Mukhabarat, ha sido sentenciado a la horca por crímenes contra la humamidad, como también lo ha sido el ex presidente del Tribunal Revolucionario Awad Ahmed al Bandar. El ex vicepresidente Taha Yassin Ramadan ha sido castigado con cadena perpetua por el mismo cargo (la Fiscalía había pedido para él la pena capital).


Mohamed Azzam al Ali, un ex responsable local del antiguo partido único Baaz, ha sido absuelto por falta de pruebas y puesto en libertad. Otros tres altos oficiales de esa formación (Ali Dayeh, Abdalá Kadum Ruweied y su hijo Nezhar Kadum) han sido condenados a 15 años de cárcel cada uno por “homicidio voluntario”, y a otros siete años (que cumplirán cuando salden la otra pena) por torturas. Los tres han sido absueltos de los cargos de crímenes contra la humanidad.


Durante la lectura del veredicto, el ex fiscal general norteamericano Ramsey Clark, que formaba parte del equipo internacional de abogados de los acusados, ha sido expulsado de la sala por el juez que presidía la sesión.


Bagdad, pegado al televisor


La sesión debía haber comenzado a las diez de la mañana (dos horas menos en la España peninsular), pero como de costumbre ha hecho falta una hora para que todo se pusiera en marcha en el tribunal. A las once ya estaban los periodistas sentados en la sala, y aún no había aparecido ningún oficial. Bagdad, entre tanto, amanecía tranquilo y con miles de personas pegadas a los televisores para conocer la suerte de Husein.


Toque de queda en “un día histórico”


Al alba había comenzado el toque de queda excepcional e ilimitado impuesto ayer por el Gobierno en Bagdad y dos provincias vecinas. El aeropuerto internacional de la capital estaba cerrado, y el Ejército entero movilizado para tratar de evitar que los partidarios del ex dictador provocaran actos violentos. “Queremos garantizar que la seguridad del pueblo iraquí no sea amenazada este domingo, día histórico”, explicó ayer un asesor del primer ministro, Nuri al Maliki. La medida afecta a las provincias de Diyala (su capital es Baquba) y Salah al Din (su capital es Samarra, y alberga la ciudad de Tikrit, cuna de Husein), situadas al norte de Bagdad y con mayoría árabe suní. Allí se concentra gran parte de los grupos terroristas iraquíes.


Otro proceso judicial abierto


Al Maliki afirmó antes de conocerse la sentencia que esperaba que Sadam Husein recibiera “lo que se merece”. El ex dictador está siendo sometido a otro juicio por la campaña militar del Anfal, en la que, según la Fiscalía, murieron más de 180.000 kurdos entre 1986 y 1988. Además, hay otros diez procesos abiertos, entre ellos el que investiga la invasión de Kuwait, en 1990, y el bombardeo con gas de 40 pueblos kurdos en 1988.


Manifestaciones a favor y en contra


En las últimas horas han perdido la vida al menos 21 personas en incidentes violentos en Irak. El peor atentado se produjo a la salida de una mezquita al norte de Bagdad, donde cinco personas murieron por impactos de proyectiles de mortero. Esta mañana se han celebrado pequeñas manifestaciones tanto a favor como en contra de la ejecución del ex dictador. En Nayaf, capital espiritual de la comunidad chií, cientos de personas pedían la muerte de Husein, quemando retratos suyos. En Al Dura, una localidad cerca del pueblo natal del ex presidente, decenas de personas desafiaban el toque de queda coreando vivas a Husein y amenazando a quiénes le hicieran daño.


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, subrayó hoy que ni la Unión Europea ni España son "favorables a la pena de muerte" pero consideró que "como cualquier ciudadano o dirigente, Sadam Husein debe responder por sus actos".


En una rueda de prensa con motivo de la XVI Cumbre Iberoamericana, Zapatero respondió así al ser preguntado por la decisión del Tribunal Especial que condenó hoy a Sadam Husein a la pena de muerte en la horca por crímenes contra la humanidad.


Zapatero consideró que la sentencia no puede empeorar la "alarmante" situación de violencia que se vive en Irak y que demuestra que la intervención fue "un grave error" y que ahora es preciso "cambiar de estrategia".


En opinión del presidente del Gobierno, Sadam Husein "como cualquier otro ciudadano o dirigente político tiene que cumplir y responder por sus actos", pero también apuntó que "desde hace mucho tiempo" ni España ni la UE "son favorables a la pena de muerte".


PP lamenta la pena muerte y defiende "justicia" frente a venganza"


El portavoz del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores en el Congreso, Gustavo de Arístegui, lamentó hoy la condena a muerte de Sadam Husein porque como demócrata, dijo, su grupo defiende "la justicia" y "no la venganza", aún cuando se sabe que el dictador es "responsable de cientos de miles de muertes".


De Arístegui destacó a Efe los muchos juicios pendientes todavía sobre el dictador, y recordó que "el más importante" será el relativo al asesinato "masivo" de kurdos "con armas químicas".


El responsable del PP acusó de "responsabilidad directa" de este "monstruo" en "cientos de miles de muertes" bien porque personalmente ordenó su ejecución o bien porque dio su permiso para ello, y destacó que "se tiene que ejercer justicia".


De Arístegui abogó por que las Fuerzas Armadas y los Servicios de Inteligencia y Seguridad de Irak recuperen la capacidad para mantener la seguridad en su país y sean ellos quienes dirijan su territorio "de forma directa", y defendió asimismo que se alcance en la zona un clima de "moderación" y "entendimiento".


"El veredicto y las sentencias dictadas por el Alto Tribunal Iraquí llegan tras un juicio en el que se han presentado pruebas y que ha sido sometido al escrutinio de la luz pública y los medios de comunicación", continuó.


La oposición conservadora británica también mostró su satisfacción por la sentencia de Sadam Husein. "Felicitamos a la justicia iraquí por emitir una sentencia en circunstancias muy difíciles y también elogiamos la valentía de los jueces y testigos a pesar de la intensa violencia y las intimidaciones", declaró William Hague, portavoz del Partido Conservador para Asuntos Exteriores en el Parlamento británico.


Para el primer ministro iraquí ’se ha hecho justicia’


El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, dijo hoy que "las familias de las víctimas (del régimen de Sadam Husein) y todos los iraquíes tienen derecho a alegrarse" por la condena a muerte dictada hoy contra el depuesto dictador.


En una declaración televisada, tres horas después de conocerse el veredicto y la sentencia de pena de muerte impuesta a Sadam Husein, Al Maliki consideró que esta decisión judicial "será una lección para todos los criminales y terroristas: también ellos serán perseguidos por la Justicia".


"Este destino -la pena de muerte- es el que espera a todo aquel que ataque a los civiles o los lugares santos de Irak", dijo el gobernante.


Para el primer ministro, las sentencias pronunciadas hoy significan que se ha hecho justicia "a las familias de Duyail", el pueblo donde 148 personas fueron juzgadas sumariamente y ejecutadas en 1982, acusadas de haber participado en un atentado fallido contra Sadam.


Júbilo y lágrimas de alegría en Kuwait


Los kuwaitíes recibieron el domingo con aplausos, júbilo y lágrimas de alegría el anuncio de la condena a muerte de Saddam Hussein, quien ordenó la invasión de Kuwait hace 16 años.


"Damos gracias a Dios por habernos permitido vivir este día", señaló con alivio Ahmed Al Misfer, de 70 años, rodeado de los miembros de su familia, reunidos para seguir por televisión el veredicto del juicio en Bagdad por la masacre de 148 chiitas en los años 80.


Su esposa, Jasmia, envuelta en un vestido negro, estalló en sollozos.


"Espero que vaya al infierno. Que sea quemado vivo", declaró a la AFP esta mujer de unos 60 años, uno de cuyo hijos, Abdel Aziz, oficial del ejército kuwaití, es considerado "un mártir" de la ocupación iraquí del emirato en 1990-1991.


"No sólo queremos que Saddam sea condenado a muerte. Queremos que sea torturado antes de ejecutarle, ya que hizo sufrir a tantos inocentes en Irak, Kuwait y más allá", afirmó Abu Mohamed, un kuwaití de 60 años que siguió el veredicto junto a otros compatriotas en una "diwaniya", un lugar de encuentro tradicional.

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