Quemar después de leer
Los hermanos Coen tienen, independientemente de la calidad, dos tipos de películas: el thriller preñado de violencia y humor negro, y la comedia esperpéntica, preñada también de violencia y humor negro. “Quemar después de leer” se enmarca en esta última.
La Voz de Salamanca (Javier del Pino) / Los hermanos Coen tienen, independientemente de la calidad, dos tipos de películas: el thriller preñado de violencia y humor negro, y la comedia esperpéntica, preñada también de violencia y humor negro. “Quemar después de leer” se enmarca en esta última. La cinta es una astracanada que completa lo que los Coen han dado en llamar “La trilogía del idiota”, compuesta también por “O’ brother” y “Crueldad intolerable”. Todas protagonizadas (o coprotagonizada como en el último caso) por George Clooney. Y si bien “Quemar después de leer” es mejor que el resto de la “trilogía”, queda muy lejos de “El gran Lebowski”, la mejor comedia de los Coen y una de sus mejores cintas.
Nos encontramos ante una película muy entretenida y completamente desquiciada, con una trama “in crescendo” que se resuelve en un delirante informe contado en tercera persona. Una serie de personas completamente estúpidas se ven envueltas en una especie de historia de espionaje, arrastradas en una espiral de violencia en busca de una quimera, el equivalente a la maleta vacía de “El gran Lebowski”. En este caso el McGuffin es un CD con las memorias de un agente de la CIA. Pero si en “El gran Lebowski” cada personaje tenía sus rasgos, extraídos de los tópicos de la sociedad, y sus propias motivaciones para recuperar la maleta del dinero, la fuerza motriz de los protagonistas de “Quemar después de leer” es la idiotez supina. Y está bien, pero no basta con que todos se comporten como idiotas.
Por lo demás la factura técnica de la película es impecable, y todos los actores están perfectos en sus papeles de gente no muy avispada. Abundan las caras de incredulidad, y destacan los papeles de John Malkovich como el menos tonto de los personajes, y Brad Pitt como hortera de gimnasio. La música de Carter Burwell en la línea de las anteriores producciones de los Coen, esa mezcla de teatralidad y minimalismo. En resumen, una película menor en la filmografía de los hermanos de Minnesota, pero efectiva y, sobretodo, divertida.
Guión y dirección: Joel y Ethan Coen (basado en la novela de Stansfield Turner)
Reparto: Brad Pitt, George Clooney, Tilda Swinton, John Malkovich, Frances McDormand.
Música: Carter Burwell
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Producción: Working title films