El puente de la discordia
Durante el transcurso de la inauguración del Puente de la Serna, varias plataformas ciudadanas protestaron por motivos tan diversos como el Plan de Trafico específico para Puente Ladrillo, pasando por el autobús metropolitano o la privatización de la lava
La Voz de Salamanca (M. Santos) / Hoy se abrió al tráfico el puente de La Serna, que conecta la capital con la N-501 y los municipios de Santa Marta de Tormes y Carbajosa de la Sagrada, y que ha supuesto una inversión de 12 millones de euros, financiados por la Diputación y la Junta de Castilla y León, la cual se ha visto incrementada en 3 millones más por el retraso de 16 meses que sufrió el proyecto debido a la falta de licencias por parte del Ayuntamiento.
A las 19:00 horas hacían aparición las autoridades, en el lado de Santa Marta, encabezadas por el Presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que en un principio anunció que no iba a venir, junto al Alcalde de la ciudad (Julian Lanzarote) y la Presidenta de la Diputación (Isabel Jimenez). También estuvieron presentes los alcaldes de Santa Marta (Emeterio Alvarez) y el de Carbajosa (Juan José Martín), localidades por las que transcurren parte de la nueva vía inaugurada hoy.
El recibimiento al Presidente de la Junta de Castilla y León y al Alcalde de Salamanca, se hizo con abucheos y pitos por parte de los allí presentes, los gritos de ¡¡Sí, sí, sí, lavandería Sí!! de los trabajadores del Clínico, se mezclaba con ¡¡autobús metropolitano, expolio ciudadano!! de la Plataforma del Transporte Público de Santa Marta. Ambas protestas acompañaron a los "inaugurantes" durante todo el trayecto que estos hicieron por el puente. Los ciudadanos que ejercían su derecho constitucional, sólo recibieron falsas sonrisas por parte de los políticos del PP.
Medía hora después, en el Barrio de Puente Ladrillo, hasta donde llega la Avenida que complementa al puente, un grupo de unos 100 vecinos protestaban porque el Ayuntamiento se negó a reunirse con ellos para buscar soluciones ante el aumento de Trafico que provocará el nuevo puente en su barrio, así como, contra el incumplimiento del Ayuntamiento de alargar la línea de autobús a todo el barrio.
En este momento se pudo ver una de las imágenes más desagradables de la jornada, cuando el Concejal Araujo se burlaba de los vecinos, según indicaban estos, cuando al pasar en el autobús les hizo gestos con las manos, posicionando su dedo pulgar sobre la nariz y moviendo el resto de sus dedos, posteriormente saludaría como si de un miembro de la familia real se tratase.