Política de gestos
Si hace cuatro años Zapatero entró en la Moncloa con un Gobierno paritario, y en 24 horas ya había soltado el lastre de mantener las tropas en Irak, en esta ocasión, el reelegido Presidente, se ha rodeado de más mujeres que hombres, ha creado un Ministeri
La Voz de Salamanca (Gorka Esparza) / Si hace cuatro años Zapatero entró en la Moncloa con un Gobierno paritario, y en 24 horas ya había soltado el lastre de mantener las tropas en Irak, en esta ocasión, el reelegido Presidente, se ha rodeado de más mujeres que hombres, ha creado un Ministerio de Igualdad y ha colocado en Defensa a una Mujer, catalana y encima a punto de dar a luz. Política de gestos y toda una declaración de intenciones. ¿O no?
Resulta significativo que para el Presidente, la lucha contra el cambio climático sea una prioridad y que semejante apuesta no llegue acompañada de ni un solo compromiso concreto y con el Ministerio de Medio Ambiente desdibujado entre la pesca, la agricultura y los problemas endémicos del mundo rural. Un poco más y añade una Secretaría de Estado para el primo de Rajoy.
No menos censurable, desde una óptica de izquierdas, resulta la mezcolanza de Educación, Asuntos Sociales y Familia. Si no fuera porque lo que se barrunta es la concertación de la escuela de cero a tres años, no se entendería la concesión semántica y política de Zapatero a la Derecha, elevando a la categoría Ministerial la política de familias. Malos tiempos en los que, pese a que la familia sea hoy diversa, se apuesta por empoderar instituciones y no por dar derechos a los ciudadanos.
Escandaloso es sacar la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Mercedes Cabrera, para colocarla en Innovación demostrándose así que para Zapatero el conocimiento, la búsqueda y el saber, pierden sentido fuera de la lógica mercantil. ¡Si sólo fuera eso! Pronto veremos la difusa línea que separa la política pública educativa de la lógica privada de la investigación.
Igualdad y Vivienda ocupan rango de Ministerio pero siguen sin competencias. El tiempo y los Presupuestos Generales del Estado se encargarán de dar y quitar razones, pero toda apuesta que no vaya acompañada de una política pública decidida puede acabar convirtiéndose en un auténtico quiste. Y en una nueva derrota de la izquierda.
Jesús Caldera sale del Gobierno, con el bagaje de haber puesto en marcha un importante paquete de medidas sociolaborales para ser sustituido por Celestino Corbacho, uno de los políticos mejor pagados de España, al que le tocará dirigir también la política de Inmigración, quien sabe si gracias a declaraciones tan progresistas como que “él, al igual que su vecinos, se siente más inseguro con la llegada de inmigrantes”.
Pero más allá de sus “buenas intenciones”, Zapatero demuestra con la elección de su Gobierno, que para él son prioritarios los gestos y la retórica, a la acción política y los programas. Tras el primer análisis de los nombramientos, se pone de manifiesto, que de buenos gestos y buenas intenciones está plagado el infierno.
Publicado en El Adelanto el 14 de abril de 2007