La piratería y la muerte de Funes
Reflexionando sobre lo que representa o debería significar el concepto de piratería, o lo que es lo mismo, el delito contra la propiedad intelectual, vino a mi memoria aquel cuento de Borges de “Funes el memorioso”, según el cual, el protagonista, sufre a
La Voz de Salamanca (Daniel Molina) / Reflexionando sobre lo que representa o debería significar el concepto de piratería, o lo que es lo mismo, el delito contra la propiedad intelectual, vino a mi memoria aquel cuento de Borges de “Funes el memorioso”, según el cual, el protagonista, sufre al caerse de su caballo, una patología de enfermedad manifestada en la necesidad de percibir todo lo que fuera capaz de reconocer su memoria para de este modo, lograr tener un conocimiento del mundo. En ese esfuerzo, Funes empleaba todo sentido y capacidad, quería tener la experiencia aprehensiva de todo cuanto pudiera captar, quería tener la patente de corso, la propiedad de la percepción, para de esta manera poder escribir su Naturales Historia.
Vivimos tiempos en los que la Historia vive acosada por la memoria, o las memorias. Funes es la metáfora y Miguel de Unamuno es mi recuerdo actualizado en aquellas palabras que el filósofo expuso en la radio hace ahora un año, acerca de la utilización política de una frase pronunciada por su abuelo, de la que en todo caso, el autor, ya no se puede defender. El filósofo lamentaba la reiteración a pesar de haber enviado diversas cartas a varias instituciones locales y regionales: Diputación, Ayuntamiento y Junta de Castilla y León, para que se abstuvieran de usar ilegítimamente aquella frase; venceréis pero no convenceréis, pronunciada por D. Miguel en un momento dramático.
Este hecho constituye un acto de utilización del mensaje y va contra lo que representa el concepto de cultura aportada por el ministerio del mismo nombre:
“El máximo exponente de la expresión intelectual de nuestra sociedad es nuestra cultura. La cultura es universal, libre, plural y es sin género de dudas el más preciado bien de los pueblos y sociedades; su propia identidad.”
Sin embargo, la utilización en si misma de un lenguaje, es decir, las formas intelectuales inmateriales de la sociedad, no constituyen por si mismas una acción de piratería o un delito contra la propiedad intelectual. Este vino dado en el momento en el PP, pasó de uso nominal de la frase, a la apropiación significativa de la acción que comportó. Dicho de otro modo, el recurso a la memoria de D. Miguel de Unamuno para defender sus tesis políticas, la unidad de un archivo en el que por cierto el Ayuntamiento no tiene ningún tipo de gestión ni participación puesto que se trata de un fonde general, esto es, de titularidad Estatal, y la negación a la par, casi un año después, en el 70º Aniversario de su muerte, a rehabilitarlo simbólicamente como concejal, cargo del que fue despojado precisamente por haber pronunciado la frase citada anteriormente.
En este caso, y siempre siguiendo la definición que viene establecida por la semántica, estamos ante un delito de la propiedad intelectual, esto es, un acto de piratería por cuanto que el hecho comporta un impedimento en el desarrollo de lo intelectual. Mata las ideas. Así la piratería amenaza y erosiona nuestra cultura, nuestra identidad.
Y este delito solo es posible, ante el hecho que como dije más arriba estamos percibiendo: el acoso de la memoria manipulada a la Historia. Pero para lograrlo, es decir, para cometer un acto de piratería no siempre se hace necesario reproducir, copiar o manipular. En ocasiones es imprescindible olvidar. Este es exactamente el mecanismo que ha seguido El Adelanto cuando afirmó, que los incidentes producidos el 31 de diciembre durante el aniversario de la muerte del escritor, no obedecían a una reclamación de inteligibilidad histórica, o por decirlo de modo más explícito, rescatar a la historia del acoso de la memoria manipulada. Aquella protesta fue, por tanto, un acto contra la piratería en toda regla, que sin embargo el periódico recogió siguiendo una lógica mimética contraria, es decir, como un nuevo acto de piratería al reflejar que los incidentes sucedidos empañaron el homenaje, no entrando en los motivos de la protesta. Pero además esta omisión no resulta de manera exclusiva un acto contra la propiedad intelectual en forma de olvido, sino que es el olvido mismo el que se conforma ahora como nueva propiedad intelectual por cuanto Unamuno escribió, y por cierto de manera brillante, en el citado diario durante los años de Rector de la Universidad y también durante los años que ostentó cargos públicos.
Parece desprenderse por tanto ante todo lo analizado, que la piratería se conforma a partir de mecanismos de memoria, transformación y olvido, y de manera global como adjetivo con distintos significados y significantes.
El día 19 de enero de 2007, el PP volvió a utilizar la pancarta con la frase de D. Miguel, quiso de nuevo, como el Funes de Borges, intentar escribir su propia Naturales Historia a partir del mecanismo engañoso de la aprehensión con el recuerdo de la memoria. Seguramente esa estrategia sea capaz de obtener, a partir de la manipulación, cualquier patente de corso de la experiencia. Funes lo consiguió, pero un día los que le rodearon se dieron cuenta de que no era capaz de pensar, porque pensar comportaba abstraer, y en ese abarrotado mundo de Funes no había más que detalles, casi inmediatos. Al poco tiempo, y sin que nadie pudiera hacer nada, Borges nos narró su muerte irremediable e inevitable por la causa de una congestión pulmonar.
A nosotros sólo nos queda apuntar aquí, una posible definición, a modo de hipótesis, sobre la piratería, que se conformaría como todo acto contra la propiedad intelectual que persigue fines espúreos, vengan de Naturalis Historia o de las memorias manipuladas.