El horror de la Violencia de Género

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Febrero 29, 2008

La noticia de estos días era la otra, andamos todos a eso de quien gana, y quien es menos malo y a quien queremos más, pero esto no ha podido evitar que lo otro, digamos que casi lo innombrable, haya saltado a las primeras páginas, consiguiendo casi lo im

José Luis Sánchez-Tosal / La noticia de estos días era la otra, andamos todos a eso de quien gana, y quien es menos malo y a quien queremos más, pero esto no ha podido evitar que lo otro, digamos que casi lo innombrable, haya saltado a las primeras páginas, consiguiendo casi lo imposible, robarle la primera página a las luchas partidistas.

Hablo del problema de la violencia de género, que desde el 2000 arrastra ya más de 500 mujeres asesinadas, y que esta vez en un solo día ha batido récord, pues ha acumulado cuatro víctimas, es decir, han sido asesinadas por sus parejas cuatro mujeres. Ante esto, y ante su machacona persistencia. Nada cabe decir que no se haya ya dicho, o como han hecho los dos líderes, prometer ocuparse, aunque sin ninguna concreción más que el ser implacables, y es que quizá a ellos como a todos, los deje el asunto tan sonados como desconcertados. Personalmente es algo que me hace sentir profundamente mal, pues es tanto lo que le debemos a las mujeres, empezando por la misma vida pues de ellas nacemos, que no se hacen entendible esas trágicas reacciones, con lo simple y fácil que es quererlas o dejarlas o aceptar su abandono, aunque resulte más duro, pero no parece que ese camino lógico y racional sea así de fácil para muchos hombres sino a la vista de los hechos como que les es casi imposible tomarlo. Los miles de años de cultura machista y de dominio impositivo unido a la revelación científica de que nuestro cerebro primario que aún conservamos, y denominado de reptil, y que es más violento según estos estudios en el hombre que en la mujer. Esto no lo cambia ninguna ley, al menos lo segundo, lo primero será educando y aprendiendo, pero en lo que es y no es hay asesinatos por medio, y lo único que cabe es estar cada vez más despiertos y avisados, las primeras ellas que el 70% de las agredidas no ha denunciado, y tratar de crear una red lo más protectora posible a las amenazadas, de ellas las que son tanto y tan bueno para nosotros sus verdugos.

En medio de la vergüenza y preocupación pido a la vida que nunca me coja esa plaga propia de mi género, y que pueda miraros de frente sin que la vergüenza desaparezca pero que sea a causa siempre de otros, porque qué miedo da pertenecer al género agresor.

Acabo deseando que se le encuentren los medios para hacer retroceder la barbarie y deciros a vosotras, que somos más los que os queremos y los que nos sentimos mal ante estos crímenes hechos sobre vosotras, y a los que el horror nos horroriza.

Publicado en www.ciudadrodrigo.net

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