El fugitivo de siempre
Tras silenciar al grupo de rock en castellano más trascendente de la historia, Enrique Bunbury inició una carrera marcada por el recurso a muy diversos géneros musicales y una continua e inverosímil capacidad de reiventarse: rock, electrónica, música árab
La Voz de Salamanca (Miguel Ángel Andrés) / Tras silenciar al grupo de rock en castellano más trascendente de la historia, Enrique Bunbury inició una carrera marcada por el recurso a muy diversos géneros musicales y una continua e inverosímil capacidad de reiventarse: rock, electrónica, música árabe, tango, blues, ranchera, pop, cabaret y circo son sólo algunas paradas de un viaje con destino a ninguna parte, porque llegó a todos los lugares. Después, abandonó a su tripulación, el Huracán Ambulante; pasó un tiempo con Nacho Vegas; conquistó su pasado gracias a la histórica ruta de su antiguo buque, el de los Héroes del Silencio; y, finalmente, atracó en el Puerto de Santamaría, donde cual astillero solitario comenzó a construir Hellville de Luxe. El aragonés errante, que contó con la ayuda de un ingeniero naval de garantías, su viejo amigo Phil Manzanera, ha logrado una estiba perfecta. El porqué de tus silencios, Aquí, Canción cruel o Hay muy poca gente son sólo algunos de los tesoros más preciados que contiene su crucero de lujo.
No es Hellville de Luxe una obra tan rompedora como sus antecedentes, si bien la nueva instrumentación reverdece los sabores y sonidos del artista maño. Se trata de un disco de rock con aproximaciones al folk; quizá el primero que dejará una estela netamente Bunbury, pese a que en algunos de los cortes (Todos lo haremos mejor en el futuro) las influencias (Tom Waits) sean demasiado explícitas. No es -o no lo ha conseguido-, tampoco, un álbum conceptual, sino un cancionero compuesto por piezas que bien podrían constituir sagas de una tipología de canciones con denominación de origen. Por ejemplo, Doscientos huesos y un collar de calaveras sería una segunda entrega de la saga que inició De esclavitud y de cadenas. A nivel lírico, el paso del tiempo, el amor y la crítica social (especialmente contra la corrección política) son los temas más recurrentes.
En definitiva, Bunbury ha firmado un disco más que recomendable y muy alejado del mainstream, en el que, con frecuencia, injustamente se le ubica; un disco necesario en el estancado panorama musical, pero no suficiente para ser la obra perfecta que tanto ansía y que, para muchos, ya consiguió con Pequeño. Pero de lo que no cabe dudas a estas alturas de su carrera es que Bunbury siempre busca sorprender como la primera vez; compite con sus propios discos, huye de la convención y ha hecho del escapismo su arte. Por mucho que algunos intenten buscarle, no le encontrarán: es el fugitivo de siempre.
Autor: Enrique Bunbury
Título: Hellville de Luxe
Productor: Phil Manzanera
Estilo: rock de autor
Discográfica: EMI (2008)