Sobre la Biblioteca de Humanidades

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Marzo 30, 2008

Artículo de la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio - La columna del salmantino

La Voz de Salamanca (Clara Cieza Borrella, Elpais.com) / Probablemente con el fin de ir "creando ambiente", D. José Ramón Alonso, Rector de la Universidad de Salamanca, ha ido comentando en las últimas fechas a diferentes medios de comunicación su propósito de recuperar el proyecto de la Biblioteca de Humanidades, que ahora denomina Centro de Documentación de la Lengua Española.

Hay que recordar que este proyecto, elaborado por el arquitecto portugués Álvaro Siza, no se pudo llevar a cabo por las dificultades económicas de la Universidad y por la aparición de unos importantísimos restos arqueológicos que sacaron a la luz partes muy significativas de la Salamanca medieval y restos también muy importantes de otras épocas. El edificio diseñado por Álvaro Siza arrasaba buena parte de estos restos, dejando una pequeña parte, una reliquia, a modo de recuerdo.

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana aprobado por el Ayuntamiento de Salamanca, además de catalogar la parcela como Zona Arqueológica, que protege los restos encontrados, ha limitado la edificabilidad de la parcela, pues se consideraba excesiva. Con ello, recuperar el proyecto de Álvaro Siza resulta inviable.

Sabemos que la Universidad ha tenido que abonar al arquitecto Siza una fuerte cantidad económica por los derechos de un proyecto que no ha visto la luz, y hasta puede entenderse que quiera rentabilizar un dispendio tan elevado recuperando el proyecto. Pero no resulta justificable desde ningún punto de vista el pedir que casi se duplique la edificabilidad de la parcela con el fin de que se pueda construir el edificio. No está de más recordar que la Universidad de Salamanca, propietaria de la parcela, agotó en su día la edificabilidad de la misma, por lo que la edificabilidad actual es un generoso regalo del Ayuntamiento. Pedir que se duplique es una burla a la ciudadanía.

También argumenta el Sr. Rector que es necesario un edificio emblemático, de nivel internacional. En este punto, tampoco muestra gran originalidad D. José Ramón. En las últimas décadas estamos asistiendo a la moda de la arquitectura espectáculo, donde los más afamados (aunque no siempre atinados) arquitectos compiten por dejar huella en las urbes más relevantes. Y también estamos viendo cómo los dirigentes políticos utilizan a estos "renombrados" arquitectos para sacar adelante proyectos urbanísticos absolutamente inútiles cuando no totalmente nefastos.

Este nuevo "engañabobos", en el que se alían el enorme ego de algunos arquitectos, el afán de protagonismo de los políticos de turno y los intereses urbanístico-especulativos de otros, está dando pie a situaciones en las que "el nombre" de un arquitecto es la excusa para cualquier proyecto, sin entrar a valorar la conveniencia del proyecto ni su adecuación a las necesidades y características de la ciudad.

Los preciosos y valiosos restos arqueológicos aparecidos en las pistas deportivas del Botánico merecen bastante más respeto del que han tenido hasta ahora, pues siguen a la intemperie, sufriendo las inclemencias del duro clima salmantino. Es necesario proteger física y legalmente los restos del Convento de San Agustín, del Colegio Mayor de Cuenca, la calle de San Pedro y la judería salmantina. La conversión del enclave en un Aula Arqueológica es barata, es legal, es digna y goza de un valor añadido y una singularidad que no alcanzará ningún edificio adecuado a un lugar tan sensible.

Esperemos que el Ayuntamiento de Salamanca demuestre la sensatez suficiente en este caso y mantenga la catalogación del solar, garantizando la conservación de estos restos arqueológicos, que recogen una buena parte de la historia de la ciudad. El Sr. Siza, un arquitecto contemporáneo del que no discutimos su indudable talento, tiene otros muchos espacios, por los que la ciudad se desarrolla, donde dejar huella de sus capacidades.

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