Candelario: Cuatro niños se presentan a la talla de La Candelaria

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Febrero 03, 2005

La Candelaria es una celebración, cargada de tradiciones y de historia, que los candelarienses celebran con gran devoción. La virgen de la villa chacinera representa mucho más que una celebración puramente litúrgica. La fiesta conmemora la presentación de Jesús en el templo. En Candelario, aprovechan para presentar a la Virgen a los niños nacidos a lo largo del año pasado. En esta ocasión, fueron cuatro los pequeños presentados durante los actos tradicionales y litúrgicos. En ocasiones, son familias procedentes del pueblo, pero también aprovechan las que residen fuera. Este año, una de ellas procede de Irlanda y con miembros en la localidad. En otros tiempos, la celebración del día de la Virgen, suponía el fin de la temporada de la matanza y la partida de los trabajadores que, procedentes de lugares como el Tremedal, regresaban a sus localidades de origen. La despedida era otro motivo de fiesta. La tradición cuenta con varias singularidades: junto a la Virgen desfilan dos pichones, que simbolizan el pago del tributo por la liberación de los hijos de Israel; la cofradía organizadora de los actos realiza una rifa de dos roscas, por introducir su nombre en el bombo del sorteo. La recaudación sirve para financiar los gastos de la cofradía. Las mayordomas son las encargadas de recoger "los nombres" casa por casa, tarea para la que suelen invertir entre dos y tres semanas. También se encargan de vestir y preparar a la Virgen para las celebraciones.


La imagen, que suele ser portada por los designados por la mayordomía de la fiesta (a los que ahora se paga simbólicamente en recuerdo de la antigua usanza, cuando las clases pudientes veneraban a la talla), recorrió las calles de la villa chacinera. Tras la procesión, la eucaristía. Después, el tradicional sorteo y la puja, en la que no faltaron los pichones blancos.