El bejarano Jesús Caldera deja la política y no será candidato al congreso
El que fuera ministro de Trabajo y Asuntos Sociales ha decidido abandonar la política después de 33 años como diputado por Salamanca.
La decisión fue tomada hace meses y hecha pública entre sus círculos más próximos, pero es ahora, cuando se elaboran las listas de candidatos al congreso y senado, cuando la decisión del que fuera ministro bejarano ha trascendido.
"La política tiene un cierto contenido generacional. Siempre he entendido que la dedicación a la vida pública es algo temporal. Hay que dejar paso a una nueva generación", asegura el que fuera también portavoz del congreso de los diputados por el Partido Socialista.
El ex ministro se dedicara a su profesión, secretario de la administración local, que ejercerá desde el ayuntamiento de Ávila, aunque en declaraciones a agencias de noticias asegura "manejar otras alternativas" laborales.
Como "servidor público", el veterano diputado del PSOE ha manifestado que "no cierra la puerta" a que en un futuro ocupe un cargo en algún organismo público, pero ha dejado claro que no regresará al Parlamento.
Ha expresado su "orgullo" por la labor desempeñada tanto en el PSOE como en el Gobierno y su "agradecimiento" a los ciudadanos por depositar la confianza en él.
"No me voy resentido, ni amargado. No pensé estar tanto tiempo en el Parlamento. Esto era una tarea transitoria. Me voy muy satisfecho del periodo vivido. Ha sido un enorme honor", ha subrayado Caldera tras recordar que leyes como la de lucha contra la violencia de género, la de dependencia, la de igualdad o la mejora del sistema de pensiones llevan su sello.
EN EL GOBIERNO Y LA OPOSICIÓN
Su etapa de portavoz parlamentario se caracterizó por su férrea oposición al Gobierno de José María Aznar, en especial en asuntos como la guerra de Irak o el Prestige, si bien fue también actor relevante en la firma con el PP del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, en 2000, y el de la reforma de la Justicia, un año después.
Coordinador del programa socialista para las generales de 2004, se encargó de los contactos con el resto de los grupos para lograr la investidura de Zapatero y el traspaso de poderes con el Gobierno saliente.
Su tarea como ministro (2004-2008) coincidió con la aprobación de algunas de las principales leyes de contenido social que vieron la luz en la primera etapa de Zapatero. Como la de la Dependencia o Parejas de Hecho.
También acometió un proceso de regularización de inmigrantes y afrontó la llegada masiva de indocumentados a las costas españolas, especialmente a Canarias, y las repatriaciones.