La guitarrista Rebeca Gea regresa con éxito a Béjar
La actuación estaba organizada por la Asociación “Béjar 68” y el Centro de Estudios Bejaranos, con la colaboración del Ayuntamiento de Béjar
No era la primera vez que la guitarrista oriolana Rebeca Gea Martínez tocaba para el público bejarano. En septiembre de 2018, en ocasión de los 150 años de la Revolución Gloriosa, ante un salón de actos del convento San Francisco lleno hasta la bandera, deleitó al público con un repertorio musical acorde con la conmemoración. Ayer lo volvió a hacer: asombrarnos con la música que interpreta y cuyos sonidos brotan de una guitarra fabricada por su padre y hacia la que demuestra un cariño especial.
El acto, organizado por la Asociación “Béjar 68” y el Centro de Estudios Bejaranos, con la colaboración del Ayuntamiento de Béjar, se inició con las breves palabras de presentación de la presidenta del CEB, Josefa Montero García.
Durante los días previos se habían compartido las notas al programa:
“Siguiendo el programa que esta noche nos trae Rebeca Gea, cruzaremos el Atlántico para efectuar un interesante viaje por nuestros entrañables países hermanos, de la mano de grandes compositores originarios de aquellas latitudes. Partiremos de la Argentina contemporánea con José Luis Merlín (1962) y Máximo Diego Pujol (1957), y pasaremos al México de Manuel María Ponce (1882-1948) y al Paraguay de Agustín Barrios (1885-1944). Este recorrido nos permitirá comprobar una vez más que la guitarra es mucho más que un instrumento acompañante de canciones y que estos autores han contribuido a su mayoría de edad.
José Luis Merlín es un prolífico compositor y un guitarrista de fama internacional, que ha realizado numerosas giras y trabajos discográficos e imparte clases de guitarra. Como el resto de los autores que integran el programa, Merlín incorpora elementos del folklore de su tierra a la estética de los siglos XX y XXI. El concierto comienza con la Canción del Caminante enamorado y la Canción del Caminante solitario, que forman parte de las Cinco Canciones de Amor de Merlín. A continuación escucharemos la Suite del Recuerdo, donde este mismo autor evoca momentos de su pasado.
Viajaremos a México con la Chanson de Manuel María Ponce, a quien se considera fundador del nacionalismo musical mexicano, que combinó con el romanticismo e impresionismo que conoció en Europa. Natural de Zacatecas, al norte de México, Ponce demostró desde niño grandes aptitudes musicales y viajó a París para ampliar conocimientos. Allí fue alumno de Paul Dukas, en cuyas clases se hizo amigo de Joaquín Rodrigo, el español autor del Concierto de Aranjuez, protagonizado también por la guitarra. Ponce escribió para distintos instrumentos, pero le dio gran importancia a la guitarra por su amistad con Andrés Segovia, para quien compuso numerosas obras. Natural de Buenos Aires, el guitarrista y compositor Máximo Diego Pujol ha recibido numerosos premios y distinciones. En sus composiciones se basa a menudo en el tango y muestra la influencia de Astor Piazzola. El Preludio Tristón es el segundo de los Cinco Preludios compuestos por el Pujol y está escrito en tiempo de milonga.
El programa se cierra con la música del paraguayo Agustín Barrios. Barrios estudió guitarra y parece ser que una de sus grabaciones, registrada en 1910, fue la primera que se hizo para guitarra clásica. En sus obras aúna el estilo nacionalista con el romanticismo tardío, como ocurre en Divagación en imitación al violín. En 1938, este autor viajó a Costa Rica, donde se alojó en casa del arquitecto y aficionado a la guitarra Francisco Salazar, a cuya sobrina Julia Salazar está dedicada la barcarola Julia Florida. Esta obra está inspirada en Venecia y lleva un tempo tranquilo que evoca el movimiento de las góndolas. La Catedral, iniciada en 1921, es una de las grandes obras del repertorio guitarrístico y se divide en los tres movimientos propios de las obras clásicas; el primero Preludio saudade es un lento como indica su carácter, le sigue un solemne Andante religioso, para el que se inspiró en un coral de Bach y, finalmente, un rondó que evoca el sonido de las campanas de una catedral.”
A continuación Rebeca Gea comenzó su repertorio musical intercalándolo con unas precisas explicaciones que fueron del agradecer del público. No faltaron las anécdotas sobre los autores, algún que otro poema y apreciaciones de la propia guitarrista sobre las partituras a interpretar.
Concluyó el acto con la entrega de un ramo de flores por parte de la concejala de cultura, Ana Vicente Peralejo, y unas palabras de agradecimiento a su asistencia.