Lo que vale El Bosque de Béjar

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Septiembre 02, 2016

El lector ya conoce el dicho latino que se aplica en estos casos: intelligenti pauca, que suele traducirse por nuestro castizo «a buen entendedor, pocas palabras bastan», pero ya verán como soy incapaz de ser fiel a tan certero lema.

José Muñoz Domínguez (Artículo de Opinión) / Llevo empleada más de media vida para que la gente comprenda lo que aquí pongo por título y ni por esas consigo que algunos entiendan nada, ni con pocas ni con muchas palabras: hay que rendirse a la evidencia y aceptar que, o bien no me expreso adecuadamente, o ciertos receptores sintonizan diferente. Lo intentaré de otro modo, dejando que sean otros quienes digan lo que vale El Bosque.

No voy a recurrir a los informes emitidos desde 1992 por instituciones como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Icomos o Hispania Nostra, diversos departamentos universitarios, asociaciones o expertos en materia de arquitectura y jardines históricos, tampoco a publicaciones de ámbito nacional, desde las más antiguas, como el libro de Casa Valdés (1973), hasta otras más recientes como las de Lozano Bartolozzi o Bojstad y Mencos (ambas de 2011), sino a mostrar tres valoraciones ya publicadas –aunque seguramente poco conocidas– en las que se recoge el saber y el sentir de diez expertos en Patrimonio y en jardines (en 1995), la importancia que le otorga el sector turístico (desde 2016) y, finalmente, el favor del público (entre 2011 y 2016). Ya anticipo que ninguna de ellas tienen valor oficial ni estadístico (tampoco la encuesta de la empresa Turinea que alzó a la Ruta de las Fábricas Textiles de Béjar como la mejor de 2016), pero las tres son coincidentes y creo que muy significativas acerca del potencial de nuestra villa de recreo, sobre todo si se consigue el estado óptimo de restauración, trazado y mantenimiento que este BIC-Jardín Histórico merece y necesita. La opinión de los expertos tiene, además, el valor cualitativo de quienes entienden de estas cosas más allá de la particular sensibilidad de cada uno.

1. LO QUE DICEN LOS EXPERTOS: ENTRE LOS 13 MEJORES

En el número 7 de La Revista (3 de diciembre de 1995), suplemento del diario El Mundo, como punto final de una serie de reportajes sobre jardines que concluía con El Generalife, se publicaron los resultados de una votación sobre los diez mejores jardines españoles de cualquier época y tipo, según el criterio de diez expertos: Carmen Añón Feliú (entonces profesora de Historia del Jardín y del Paisaje en la Escuela de Arquitectura de Madrid), Juan Armada Díez de Rivera (vicedirector y conservador del Real Jardín Botánico de Madrid), Juan Bassegoda Nonell (director de la cátedra Gaudí y presidente de la Real Academia de San Jorge), Manuel Costa Talens (Director del Real Jardín Botánico de Valencia), Manuel Fernández Galván (director del Jardín de Aclimatación de la Orotava); Consuelo Martínez-Correcher y Gil (entonces presidenta del Instituto de Jardinería y Arte Paisajista), María Medina Muro (paisajista), Pedro Navascués Palacio (catedrático de Historia del Arte de la Escuela de Arquitectura de Madrid), Enrique Paredes Sánchez (recientemente fallecido, entonces director de la Escuela de Jardinería y Paisajismo «Castillo de Batres») y Manuel Ribas Piera (catedrático emérito de la Escuela de Arquitectura de Barcelona).

Entre los centenares de jardines históricos españoles de todas las épocas, estilos y tipologías, los expertos seleccionaron realmente pocos (sólo 36) y, como era de esperar, coincidieron en otorgar mayor puntuación a diez magníficas obras en ese raro y difícil arte de la jardinería, que quedaron valoradas por este orden (ver foto 1): 1º El Generalife y la Alhambra (Granada), con 84 puntos; 2º Jardines de Aranjuez (Madrid), con 69 puntos; 3º La Granja de San Ildefonso (Segovia), con 53,5 puntos; 4º Jardines de los Reales Alcázares (Sevilla), con 44 puntos; 5º Real Jardín Botánico (Madrid), con 33,5 puntos; 6º Pazo de Oca (Pontevedra), con 31 puntos; 7º Jardín del Buen Retiro (Madrid), con 21 puntos; 8º Parque Güell (Barcelona), con 20 puntos; 9º Patio de los Naranjos (Córdoba), con 20 puntos; 10º La Alameda de Osuna (Madrid), con 16 puntos.

Pero entre los 36 jardines seleccionados también se coló El Bosque de Béjar y quedó en excelente lugar, considerando que era muy poco lo que entonces se había publicado sobre nuestra villa de recreo y que todavía estaban por llegar las obras de restauración (el BIC no fue adquirido por las administraciones públicas hasta 1999 y el Plan Director no se aprobó hasta 2001).

Veamos los resultados del resto de jardines seleccionados por los expertos en orden de puntuación (las votaciones de cada uno en la foto 2): 11º Parque de María Luisa (Sevilla), con 15 puntos; 12º Laberinto de Horta (Barcelona), con 14 puntos; 13º El Bosque de Béjar (Salamanca), con 11,5 puntos; 14º Jardines de Santa Clotilde en Lloret de Mar (Barcelona), con 11 puntos; 15º Jardines de El Escorial (Madrid), con 10 puntos; 16º Jardín de Aclimatación de la Orotava (Tenerife), con 9 puntos; 17º Jardines de Mar i Murtra en Blanes (Girona), con 8 puntos; 18º Jardines de Raxa (Mallorca), con 6 puntos; 19º Jardín de Castos Mossen en Montjüic (Barcelona), con 6 puntos; 20º Jardín de Monforte (Valencia), con 5,5 puntos; 21º El Retiro de Churriana (Málaga), con 5,5 puntos; 22º Jardín Botánico (Valencia), con 5,5 puntos; 23º Casa de campo de La Granjilla o La Fresneda (Madrid), con 4 puntos; 24º Pazo de Mariñán (Coruña), con 4 puntos; 25º Jardín de Alfabia en Bunyola (Mallorca), con 4 puntos; 26º Huerto del Cura en Elche (Alicante), con 4 puntos; 27º Jardines del Palau Real de Pedralbes (Barcelona), con 4 puntos; 28º Jardín de Casal de Rama en Ripoll (Girona), con 4 puntos; 29º Jardín de Laribal en Montjüic (Barcelona), con 4 puntos; 30º Jardín del claustro de la Seo de Urgel (Lleida), con 4 puntos; 31º Jardín de Mas Floris en Masos de Pals (Girona), con 4 puntos; 32º Jardín Botánico (Córdoba), con 2 puntos; 33º Jardines de la Casa de Campo (Madrid), con 2 puntos; 34º Monasterio de Piedra (Zaragoza), con 2 puntos; 35º Claustro de San Lorenzo en Santiago de Compostela (Coruña), con 2 puntos; 36º Jardín Botánico (Barcelona), con 1 punto.

Al margen de un posible sesgo nacionalista en algunos ejemplares catalanes, es evidente que El Bosque de Béjar queda muy bien situado en ese puesto nº 13, tan cerca de los diez mejor valorados, votado por cuatro de los diez expertos y por encima de ejemplos tan conocidos y valiosos como los jardines de Santa Clotilde, El Escorial, Raxa, Alfabia, Monforte o Mariñán. Si se considera la época (Renacimiento), es el mejor puntuado tras Aranjuez (que además incluye el Jardín del Príncipe, obra paisajista de finales del siglo XVIII); si se considera la tipología, es la primera villa de recreo, muy por delante de La Fresneda o la Casa de Campo de Madrid. Insisto: sin apenas difusión ni publicaciones, escasamente investigado y sin las mejoras que han traído las inversiones de la Administración pública a partir de la aprobación del Plan Director (aunque con el enorme retraso de siete años, la ejecución de poco más de la cuarta parte de lo previsto y algunas intervenciones fallidas). Sería interesante actualizar esta valoración con una encuesta a los mismos expertos dentro de lo posible, pues alguno ya ha fallecido.

2. LO QUE DICE EL SECTOR TURÍSTICO: ENTRE LOS 20 MEJORES

Por supuesto que no es la valoración de todo el sector profesional dedicado al turismo, sino tan solo un ranking planteado y difundido por uno de sus operadores más solicitados e influyentes del momento, TripAdvisor, a través de su portal de alquiler vacacional Niumba (https://www.niumba.com/blog/2016/05/10/top-20-parques-y-jardines-para-relajarse-en-espana/). La noticia la publicaba en nuestro ámbito el periódico digital i-bejar.com hace pocos meses, en mayo de 2016 (https://www.i-bejar.com/noticia/bosque-bejar-20-mejores-parques-jardines-espana-28113.asp), aunque me parece que pasó desapercibida, a diferencia de lo que sucedía en otras ciudades cuyos jardines aparecían en el mismo ranking de los 20 mejores parques y jardines de España. Como en la votación de los expertos, en la selección de TripAdvisor no se distingue entre parques públicos, jardines botánicos o jardines históricos catalogados como BIC (que sería nuestro caso, un «club» muy reducido en España en el que no se alcanza el centenar de ejemplares).

Quienes tengan curiosidad por comprobar lo que digo en cualquiera de los enlaces, verán que los méritos por los que El Bosque de Béjar figura en esa muestra son en parte anecdóticos y no recogen los valores más importantes: 

«En la localidad de Béjar se extiende este jardín renacentista cuyo mayor reclamo es un enorme estanque. En otros tiempos navegaban barquitas por él; a día de hoy, aún puede divisarse la romántica isleta en su centro y es posible pasear entre árboles, tan altos como antiguos, además de fuentes.»

Así pues, queda muchísimo por hacer en pedagogía y promoción.

3. LO QUE DICE EL PÚBLICO: ¡EL MEJOR!

La tercera muestra también se puede encontrar en Internet (ver el enlace: http://listas.20minutos.es/lista/jardines-historicos-de-espana-293940/). Se trata de una iniciativa particular, lanzada por carliis 1994 en junio de 2011, que sigue activa y todavía admite votaciones, alojada en la sección de listas del periódico digital 20 Minutos (uno de los más leídos, por cierto).

La última vez que he visitado el sitio web compruebo que El Bosque de Béjar sigue siendo el jardín más votado (con 170 puntos a fecha 1 de septiembre de 2016) y, por tanto, considerado por los participantes en la encuesta como el mejor Jardín Histórico de España, ahí es nada. Muy por detrás quedan el Huerto del Cura en Elche (con 97 puntos), la Casa de Campo de Madrid (con 84), los jardines de la Alhambra (con 83), y así hasta completar los trece jardines que integran la lista, tan limitada y subjetiva en los ejemplos como en el número de votos totales.

A las tres valoraciones o votaciones anteriores se les puede poner todo tipo de pegas: ausencia de rigor estadístico, sesgos importantes debidos a factores muy diversos como la procedencia geográfica, los intereses personales o colectivos de los promotores o de los votantes, etc., pero lo que resulta llamativo es la coincidencia de muy distintos sectores y personas –cualificadas o no–, y a lo largo de muchos años, en reconocer valores que, por otra parte, son los que permitieron declarar El Bosque primero como Jardín Artístico Nacional (Decreto del 11 de enero de 1946) y posteriormente como Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico (desde la entrada en vigor de la vigente Ley del Patrimonio Histórico Español en 1985).

El estado de conocimiento sobre este BIC en la actualidad no sólo permite ratificar los motivos de su declaración, sino que los amplía considerablemente al caracterizarlo como uno de los pocos ejemplos de villa suburbana del Renacimiento en España, de composición axial aterrazada al modo de los ejemplos itálicos, y ciertamente la única de este tipo que se conserva íntegra en nuestro país, con una historia compleja y algunas pérdidas importantes que, sin embargo, no afectan al conjunto armónico de una villa de su tipo, perfectamente integrada en su entorno y con vistas seleccionadas hacia el paisaje, con elementos de ingeniería tan importantes como el estanque principal, reconocido por los expertos en obra pública histórica como una de las pocas presas renacentistas con dique de doble paramento y relleno de tierra (semejante a las que fabricaron artífices holandeses para Felipe II), pero, sobre todo, con enormes posibilidades para ser recuperada en su esplendor de antaño, objetivo final del proyecto presentado a mediados de agosto por Izquierda Unida y el Grupo Cultural San Gil: para empezar a pensar en lo que vale El Bosque y no en lo que cuesta.

Para eso trabajamos muchos y desde hace mucho tiempo y nos gustaría tener de nuestra parte a todos aquellos, bejaranos y visitantes, que no se dejan engatusar por ideas utilitaristas ajenas a la verdadera esencia del jardín o de la villa; gente que, como bien decía Agustín García Calvo en un escrito de apoyo para El Bosque, de 1994, «no confunde la vida con el tiempo» y posa sobre el mundo una mirada sensible.

José Muñoz Domínguez