Carta de Francisco Montero a empresarios y colectivos de Béjar
"No creo que se pueda dudar de mi implicación en este ilusionante proyecto tras haber aportado a él más de 17.000.000 de euros de mi patrimonio personal"
Muy Sr. Mío:
Tras la publicación de noticias y comentarios en la prensa sobre La Covatilla o Béjar, que me afectan personalmente y que ofrecen una única versión, la del Alcalde, me dirijo a usted y a esa institución, para que con conocimiento de lo realmente acontecido, puedan hacer una valoración objetiva de unos hechos, que ni el Ayuntamiento, ni la prensa, ni usted, dicho con todo respeto, han contrastado, dando por buenas las injustas afirmaciones realizadas por el Alcalde, en un intento de linchamiento con el objetivo de no señalar a los verdaderos responsables de tanto desatino, mezclando y tergiversando los hechos, y mezclando diversas actuaciones con el fin de enmarañar todo y confundir contando medias verdades, cuando no mentiras.
Me gustaría ir puntualizando todas y cada una de las mentiras o medias verdades vertidas:
Sobre La Covatilla
Mi apuesta por mejorar las posibilidades de Béjar y desarrollo de La Covatilla no ofrece dudas, desde el momento en el que gran parte de la estación se realiza con el esfuerzo de un grupo de Bejaranos y, con una más que importante aportación económica por mi parte, asumido el riesgo empresarial, cosa que usted tan bien conoce.
Mi incorporación a La Covatilla, se produce tres años después de que un grupo de bejaranos constituyera la sociedad. No creo que se pueda dudar de mi implicación en este ilusionante proyecto tras haber aportado a él más de 17.000.000 de euros de mi patrimonio personal. Con mi aportación de capital se pudo arreglar (y legalizar) todo lo que Alejo había hecho mal desde un principio y llegamos a tener una verdadera estación de esquí, aunque las “chapuzas” de Alejo continuaban engendrando sucesivos problemas.
Dos o tres años después de mi incorporación a la Sociedad que gestionaba la estación de esquí ¡FUI YO!, quien comprobó que Alejo nos había engañado al renovarnos la concesión por 25 años, cuando no tenía contrato del suelo más que por 10 años, por desgracia así lo sentencia la Audiencia Provincial de Salamanca. Además, la estación ocupaba terrenos que ni estaban alquilados ni pertenecían al Ayuntamiento, ¡FUI YO! quien lo detectó en 2004, por eso compré 624 hectáreas que aporté a Gecobesa, que nunca cobré y que se han liquidado con todos sus bienes. Igual pretendí hacer con la finca del Tremedal, pero en este caso no la pude adquirir en su totalidad y por esta razón no se incorporó a Gecobesa. Gracias a mi participación se pudo en 2007 salvar la cara en Bruselas, redimiendo al Ayuntamiento de Béjar y a su alcalde de una dura sanción penal.
En resumen, se nos concede una explotación parte de la cual se asentaba sobre unos terrenos que no pertenecían al Ayuntamiento, sino a unos particulares y, sobre los cuales no había ningún título ni de cesión, ni de arrendamiento y, por otro lado, los que tenían título de arrendamiento era por 10 años improrrogables, cuando la concesión fue de 25 años.
Alejo “agradeció” la ayuda, influyendo, presuntamente, en Hacienda para que no nos aplazaran el IVA (como nos confesó un alto cargo de su partido) y, poco después, liquidándonos más de 600.000 euros en concepto de canon, lo que nos llevó al Concurso de Acreedores. Cinco años después la justicia nos dio la razón: esa liquidación no procedía ¡pero ya nos había matado el alcalde! Un Alcalde que ha estado cuatro años sin pagar el IVA de Gecobesa, como se supo hace poco.
Sobre la retirada de la pilona
Teníamos un auto que sabíamos firme desde el año 2016, no obstante, el Ayuntamiento siguió recurriendo, a sabiendas, de que dicho recurso no prosperaría. La Comunidad de Propietarios de El Tremedal, durante estos dos años intentó infructuosamente llegar a acuerdos para evitar el desmantelamiento de la pilona.
El pasado martes día 11, se llevó a cabo tras un Decreto del Juzgado de Piedrahita, de fecha 4 de diciembre, en el que se desestimaba el último recurso del Ayuntamiento y, confirmaba la facultad de los propietarios de El Tremedal para llevar a cabo esta acción “sin necesidad de previa autorización ni fijación de fecha exacta”. Aun así, se informó verbalmente al Concejal de Obras y Urbanismo para poder llegar a un acuerdo que evitara esta acción avalada por decisión judicial, pero no hubo ningún tipo de respuesta. La retirada se llevó a cabo en jornada laborable, a plena luz del día y no clandestinamente. Nadie puso objeción ni impedimento alguno, a pesar, como se ha indicado, de que el Ayuntamiento tenía conocimiento de ello. No sólo eso, sino que estaba obligado a depositar la cantidad de 17.771’39 euros tras la valoración de un perito judicial a partir de la elección del Ayuntamiento para que las tareas de retirada, las realizara un tercero, en lugar de indemnizar a los dueños de la finca por no haber retirado el Ayuntamiento los elementos de la estación que la invadían. O sea, que si hubiera indemnizado no se habría retirado la pilona (no es sólo la pilona, el acuerdo que ofrecen los propietarios de la finca incluye 200 hectáreas con varias de las mejores pistas que tenía la estación hace unos años y un tramo de la pista natural Canchal Negro, que tendrá que ser desviada para cumplir la Sentencia).
Tras haber sido el Ayuntamiento condenado judicialmente y no aceptar ningún tipo de acuerdo, teniendo conocimiento, además, de la voluntad de ejecutar la sentencia. ¿Por qué no hizo nada el alcalde para evitarlo? Tendrá que explicar por qué no permitió que se retirara la pilona en verano, como fue solicitado; o por qué no la retiró el mismo para no poner en peligro la temporada de esquí si el proceso se alargaba hasta fin de año, como ha sucedido.
Para tapar estos y otros manejos, Alejo no duda en mentir, como cuando afirmó ante los tribunales que fui yo quien puso la pilona en el año 2000, o cuando dice que no hemos intentado un acuerdo para no perjudicar a Béjar. Él es quien no ha querido ningún acuerdo que a lo largo de los tres últimos años se le ha ofrecido varias veces por escrito. Miente, también, cuando dice que no tenemos las autorizaciones y licencias necesarias para actuar como se ha actuado, en cumplimiento de sentencia.
Pero este desafortunado asunto, que a todos perjudica, no es, sin embargo, más que un eslabón más, en la larga cadena de despropósitos e irregularidades que nuestro alcalde ha perpetrado en relación con La Covatilla, un proyecto por el que aposté a tope cuando me incorporé a Gecobesa.
Mientras fui gestor de la estación de esquí, ésta creció año tras año, con mi dinero, llegando a tener 31 pistas y recibiendo más de 90.000 esquiadores por temporada, se organizaron congresos de todas las estaciones de esquí españolas, congresos de turismo, cursos de la universidad de verano y muchos otros eventos que volvieron a poner a Béjar en el mapa. La situación actual de la estación de esquí y su imagen es peor que lamentable, como está a la vista, y se ha denunciado recientemente (que se lo cuenten a los trabajadores que han estado cuatro años con la ropa vieja) ¿Es esto lo que más les conviene a los hosteleros y comerciantes locales?
La Covatilla, puede servir como motor de la economía de la Comarca, si es una estación bien dotada, y si es mejor que Navacerrada, Valdeesquí o La Pinilla (nuestros competidores) si no, no servirá nada más que para expulsar a los pocos turistas que nos visiten.
En toda mi actuación, yo he dado la cara con arreglo a Ley, pero Alejo envió a sus trabajadores a derribar la valla que legalmente había construido en la linde.
Sobre La Condesa
También miente cuando intentar embarrar mi imagen aludiendo a la Condesa. El proyecto, se fue a pique, entre otras causas, por su “chantaje” para que se le recomprara en fraude de Ley el 5% de cesión voluntaria, lo que atascó el proyecto casi dos años, finalmente la Justicia nos dio la razón, pero era tarde y la coyuntura económica había cambiado.
Sobre la calle Colón
Igualmente falta a la verdad cuando habla de la Calle Colón porque sabe que puede ir a la cárcel, si se demuestra que favoreció a su abogado archivando un expediente de ruina y, regalándole el cerramiento de su solar sin respetar la alineación oficial. Por esto, me tuvo que conceder licencia para cerrar mi solar, que es adjunto al de su amigo, aunque corte la circulación de vehículos, ya que en el juzgado había dicho que en esos solares no estaba fijada esa alineación oficial.
Se calla, porque no le conviene decirlo, que yo intenté ceder, como “cesión urbanística anticipada”, ese terreno para la ampliación de la calle en el año 2012 (conservo el documento) pero tras recibir la contestación por escrito del alcalde rechazándola (que también conservo) comencé a darme cuenta de que algo raro pasaba. ¿Cómo era posible que el Ayuntamiento de Béjar rechazara la cesión gratuita del tramo de una calle? ¡Ya veremos cómo termina este pleito! porque las irregularidades son manifiestas. ¡FUI YO!, quien hace dos años solicité la expropiación urbanística, como única vía de arreglar ese desaguisado, y que todos seamos iguales ante la Ley y, no encubrir los privilegios de Alejo.
¿Por qué no dice que el Ayuntamiento no compareció ante Audiencia de Salamanca y el Tribunal Superior de Justicia de Valladolid, para defender las actuaciones del Ayuntamiento en este Plan Especial? Tanto la Junta de Castilla y León como el Ayuntamiento de Béjar, aprobaron el Plan Especial. Su abogado que, era propietario de terrenos en el citado Plan Especial, y que no se incorporó a la Junta de Compensación para no ceder su jardín, y en defensa de sus intereses, lo impugnó ante la Audiencia de Salamanca y después ante el Tribunal Superior de Justicia de Valladolid. Cuando el Ayuntamiento tuvo que comparecer ante dichos organismos, no se personó, para defender que era correcto el Plan Parcial aprobado por el Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León. (Un lío, el mismo que tiene que defender lo que ha hecho, me acusa de haberlo hecho yo mal. Un conflicto de intereses de libro y que no ofrece ninguna duda).
Conclusión en la Sentencia se deja probado que el Ayuntamiento de Béjar había cometido irregularidades... Estas irregularidades y no comparecer en el Juicio para defender lo que había aprobado, fue lo que motivó que perdiera el Juicio el Ayuntamiento. Juicio que se presentó contra la Aprobación del Plan al propio Ayuntamiento de Béjar.
Las posturas antagónicas que mantenemos el Alcalde y yo, han llegado a los Tribunales, ya a título personal. En una ocasión me acusó pública y reiteradamente de deber elevadas sumas de dinero al Ayuntamiento de Béjar. Lo que le costó una querella, que evitó finalmente al reconocer en documento oficial (que también conservo) que no debo ni un solo euro al Ayuntamiento.
¿Quién es, pues, el malo, malísimo de Béjar? ¿El que actúa de acuerdo a la Ley o el que maniobra torticeramente? Reitero que, todas mis actuaciones en Béjar a lo largo de los últimos años, han sido en pro de mejorar su economía y crear empleo. Lo he hecho, sin tener ninguna obligación política ni legal, y he sido el que, con enorme diferencia ha perdido más dinero. He intentado en todo momento, llegar a acuerdos, pero cuando éstos no han sido posibles, he recurrido a la única vía legal que tenemos los ciudadanos, cuando creemos que nuestros derechos están siendo pisoteados por cualquier persona o, en este caso, Institución (Ayuntamiento de Béjar) ¡la justicia!. La Justicia, es quien, de forma objetiva, y en muchas de estas actuaciones, me ha dado la razón, en detrimento de las actuaciones que el Ayuntamiento de Béjar ha ido realizando. Y en otros casos, como el de Plan Especial, hemos perdido los dos. Yo, por el coste económico de comprar unos terrenos para promover, que finalmente no pudieron ser construidos y el Ayuntamiento, que es quien ve comprometido una actuación aprobada por él y que por su incomparecencia fue declarada no ajustada a Ley.
No quisiera extenderme demasiado, por lo que me pongo a disposición de usted para cualquier precisión sobre la pilona o cualquier otro asunto y concluyo reiterando mi ofrecimiento de diálogo para llegar a un acuerdo, que, respetando los derechos de la Comunidad de Propietarios de El Tremedal, sirva para restituir la pilona en el mismo sitio no sería nada complicado y la temporada de esquí no correría peligro (recuperándose además las pistas perdidas y el tramo que habrá que desviar de otra).
Nunca debe darse por imposible el diálogo, siempre que este se lleve a cabo con lealtad y respeto a la legalidad, por muy enfrentadas que estén las partes. Mucho más cuando la falta de acuerdo perjudica a todos, como es el caso. Pretender, como ha pretendido el alcalde sin medir las consecuencias, saltarse a la torera las disposiciones judiciales, quizá sólo por no dar su brazo a torcer, es demostrar, una vez más, que es incapaz de ocupar el cargo que ostenta desde hace más de veinte años en uno de los periodos de mayor decadencia de la ciudad.
Les agradezco su atención y espero que, con lo expuesto, puedan hacerse una idea más nítida del problema y su posible solución, si está en su ánimo seguir trabajando por Béjar, sin la politización que Alejo pretende.
Atentamente,
Francisco Montero Moral