Alejo Riñones, Puri Pozo y Raquel González descubren el huevo frito

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Agosto 13, 2018

"Sorprende que Riñones, Pozo y González lleven tantos años viviendo en Béjar, dedicándose además a la cosa pública, y todavía no se hayan enterado de la existencia de ese dibujo"

Parodia veraniega huevo frito como el sombrero de un picador o el increíble hallazgo de un Miró bien conocido

José Muñoz Domínguez / La Gaceta nos daba la primicia en portada y a toda página en su edición del viernes 10 de agosto: nuestros simpáticos ediles no han perdido ni un minuto en hacerse la foto con su gran descubrimiento del verano, el bien conocido dibujo de Joan Miró dedicado en 1979 a Mateo Hernández, ahí es nada.

Sorprende que Riñones, Pozo y González lleven tantos años viviendo en Béjar, dedicándose además a la cosa pública, y todavía no se hayan enterado de la existencia de ese dibujo ni de sus peripecias entre la imprenta y la caja fuerte, entre otras cosas porque todo esto se ha publicado ya en varios medios (si la memoria no me falla, en el semanario Béjar Información y en la web de Alquitara Ediciones en 2012).

Recuerdo perfectamente el primer uso que se dio a ese dibujo, siendo alcalde Juan Belén Cela, cuando se utilizó como portada para el díptico de los actos conmemorativos del trigésimo aniversario de la muerte de nuestro escultor. Fue impreso por Hontiveros sobre una tinta plana de color verde, tan oscura que el dibujo se veía malamente (conservo ese díptico). Después se le perdió la pista entre los trastos del impresor hasta que, no hace muchos años, durante la legislatura de Cipriano González como alcalde, Antonio Garrido dio con él por casualidad y fue entregado a su verdadero dueño, el Ayuntamiento, como es público y notorio en diversa cartelería municipal relacionada con Mateo Hernández (echen un ojo al féisbuc). Pero si la ignorancia de Riñones, Pozo y González sorprende, aún sorprende más que este dibujo no fuera expuesto entonces entre los fondos del Museo Mateo Hernández: ¿nos podemos permitir tener un dibujo de Miró sin exponer?, ¿y un Museo con el nombre de Mateo Hernández en el que no se expone la obra de uno de los grandes artistas españoles del siglo XX dedicada, precisamente, al escultor que le da nombre?, ¿qué política cultural es esa? 

En realidad, el problema es que ni hay política ni hay cultura en el gobierno de esta ciudad estrecha, pero tampoco hay museo: no hay una colección bien definida ni un catrálogo completo (como mínimo, falta un Miró), no hay órgano de dirección especializado, no hay patronato u órgano asesor, no hay política de adquisiciones y préstamos, no hay política de actividades didácticas, complementarias o de difusión; por no haber, ni siquiera hay unas instalaciones dignas ni un horario decente para el público. En definitiva, aquí falta todo lo que debería tener un verdadero museo, pero seguimos presumiendo de museos -en plural- sin capacidad o voluntad para atenderlos adecuadamente (lo que sí tenemos es una específica concejalía de museos, oiga, menudo lujo). 

Ya he contado en otra ocasión, hace once años (https://bejar.biz/node/3742), la bronca que me largó uno de mis profesores de escultura, Eduardo Capa, por el estado vergonzoso en que teníamos expuesta la obra de Mateo Hernández. Por entonces él era miembro del patronato del Museo Pérez Comendador-Lerroux de Hervás y se dolía del trato que dábamos en Béjar a un escultor de mayor valía, a diferencia del verdadero museo que dedica la localidad vecina a un artista como Pérez Comendador (la valoración es de Capa, no mía). 

Ahora dicen Riñones, Pozo y González que van a hacer una copia del dibujo de Miró para exponerla en el museo y mantener el original a buen recaudo: ¿se imaginan que el Museo del Prado expusiera una copia de las Meninas en vez del cuadro original de Velázquez? En fin, ya me dirán ustedes qué se puede esperar de alguien como Riñones, que viajó a Villandry para ver sus bien cuidados jardines y comprobó la viabilidad y la rentabilidad de mantener un jardín histórico, pero que al llegar a Béjar declaró que en El Bosque lo mejor era montar un campo de golf. 

Espero que ahora, tras el increíble descubrimiento del huevo frito, Riñones, Pozo y González pidan perdón a la ciudadanía por el fiasco mironiano (pueden utilizar la misma fórmula que el rey emérito cuando aquello del elefante de Botswana), que lo hagan en los mismos medios en que se ha publicado la noticia, con foto (ya que tanto les gusta) y, por supuesto, en portada y a toda página. 

NOTA: en informaciones del sábado 11 de agosto se afirma que el dibujo será expuesto en una vitrina. Algo es algo... 

Artículo de opinión y fotografía: José Muñoz Domínguez