Un centenar de mujeres participan en las Jornadas Mujer e Iglesia de El Maillo
Las mujeres asumen el protagonismo en el ámbito rural y en la iglesia de esta actividad organizada desde la diócesis de Ciudad Rodrigo.
Más de cien personas siguieron en directo la realización de las Jornadas Mujer e Iglesia y Mundo Rural realizadas en El Maillo y una media de 240 personas por sesión se conectaron, o las han seguido con posterioridad en el canal de YouTube de la diócesis de Ciudad Rodrigo.
Las jornadas fueron inauguradas por el vicario de pastoral de la diócesis de Ciudad Rodrigo, Antonio Risueño, por el Arcipreste de Yeltes y párroco “in solidum” de El Maíllo, Fernando Sánchez Tendero, por miembros de la comunidad parroquial, Monika García y Dña. Josefa A. Merchán y por el Alcalde de El Maíllo, Juan Manuel Villarón, y por Juan Carlos Sánchez, párroco “in solidum” de El Maíllo, dieron comienzo unas sesiones de reflexión, muy intensas, que dejaron cuatro temas principales para el análisis posterior.
En la Clausura de las Jornadas el día 13 se leyeron las conclusiones y el Alcalde de El Maíllo animó a la parroquia a seguir realizando este tipo de actividades “que son muy interesantes y que ponen al Maíllo en el mapa”. Por su parte Juan Carlos Sánchez agradeció “la colaboración generosa de tantas personas, tantos ponentes, como colaboradores y dio las gracias al Ayuntamiento por su gran colaboración en este evento”.
Temas
Los cuatro asuntos principales de las jornadas son los siguientes.
El primero tiene que ver con la renovación de la imagen de santa María Magdalena, en la que se ha empeñado la parroquia durante todo este año. Carmen Bernabé, especialista del tema, animó a descubrir el verdadero rostro de la que fue “una de las mujeres más importantes en el seguimiento de Cristo, apóstol de la Resurrección, mujer valiente y decidida, ejemplo de renovación en la Iglesia que debe contribuir al reconocimiento del papel de la mujer en toda obra de evangelización”.
El segundo tema es la mujer rural. “Son las mujeres las que han servido sobre todo para vertebrar el mundo rural, y su ausencia o su falta de reconocimiento son la verdadera amenaza para la continuidad del mundo rural. La masculinización tradicional en todas las actividades agrarias del campo debe dar paso al reconocimiento del papel de la mujer (en tantas ocasiones presentes sin haber sido titulares de explotaciones) y que la legislación debe apoyar las iniciativas de la mujer rural también en estos casos. La presencia en explotaciones agrarias de mujeres valientes va cambiando este panorama, pero la falta de arraigo y conocimiento real del mundo rural por parte de muchos actores que tienen voz y voto en instituciones regionales, nacionales o europeas y la presencia de ideologías extrañas a la verdad de la gente del mundo rural, hacen cada vez más difícil el relevo tanto de mujeres como de hombres en la actividad principal del mundo del campo: actividad ganadera y agraria en general”.
El tercer tema tiene que ver con el reconocimiento de las mujeres “que amando el mundo rural han decidido transformarlo desde dentro, desde el mundo rural y no se han cansado en proponer proyectos innovadores que tengan que ver como otros nichos de trabajo que respeten la Reserva de la Biosfera donde está enclavada toda la zona objeto de nuestra reflexión”, destacan desde la organización del evento.
La jornada sirvió también para denunciar el abandono del mundo rural “cuyas causas son múltiples y cuyos responsables somos casi todos, unos más que otros”, asegruan para mencionar particularmente a las administraciones a lo largo de los años, “pero también la falta de ilusión y de interés por parte de los que vivimos en estas zonas, hemos de afrontar los restos de los servicios que aún quedan en nuestro pueblos y hemos de exigir una legislación que legisle a favor de nuestras zonas, porque cuando un bar, una panadería, un taller, u otro servicio se cierra, jamás se vuelve a abrir. Resignarse a morir sin más ni más ni es evangélico, ni es aceptable socialmente”
En cuarto lugar, todos los testimonios de las mujeres “que mantienen la llama encendida en nuestras parroquias, son un ejemplo a seguir y un acicate para lograr el relevo. El día que muchas de estas personas no puedan llevar adelante esta tarea, habría que cerrar muchos de nuestros templos y disminuir muchos de nuestros servicios. Su ejemplo nos invita al relevo, a dar un paso adelante, a no quedarse en la mera comodidad. El protagonismos de tantas mujeres lacias y otros varones laicos en la Iglesia no debe dejar atrás la reflexión en medio de nuestra iglesia para que además de los ministerios de lector, acólito y catequista, al que pueden y deben acceder las mujeres desde hace poco, también se vayan estudiando con toda la Iglesia la posibilidad del diaconado femenino, tal y como está siendo estudiado actualmente en las comisiones creadas por el papa Francisco”, concluyen.