El PSOE recurre a la sátira para inaugurar su "oficina"
En un acto no exento de sátira, el PSOE inauguró su oficina de atención ciudadana en la calle. Con corte de cinta, asistencia de personalidades y convite ciudadano, los socialistas dieron por inaugurada una imaginaria oficina.
El acto estuvo aderezado con la ironía literaria de Antonio Gutiérrez Turrión y la presencia y palabras del también escritor, Andrés Sorel. La protesta que ha llevado a los socialistas a ubicar en la calle esta "dependencia" ante la negativa del gobierno municipal de facilitar una estancia a la oposición fue seguida por un nutrido grupo de militantes y simpatizantes.
Ramón Hernández calificó la relación con el alcalde de "trato esperpéntico" y al Ayuntamiento como "marco hostil". Hernández dió a conocer la llamada de apoyo del diputado y parlamentario socialista, Jesús Caldera, que se excusó por no poder estar presente. El portavoz socialista concluyó parafraseando a Quevedo, con una versión muy particular de un conocidísimo poema suyo: "Erase un hombre a una alcaldía pegado, érase un alcalde superlativo...".
Por su parte, Antonio Gutiérrez Turrión emuló a los antiguos juglares para referirse también a la situación y caricaturizar al alcalde.
El escritor Andrés Sorel se mostró satisfecho por "la recuperación reivindicativa de la calle" en un recuerdo de las primeras manifestaciones por la democracia, en las que él participó. El escritor se refirió al Ayuntamiento como la casa del pueblo en la que los concejales "no tienen un lugar donde reunirse y tienen que salir de nuevo a la calle.
Foto: Santiago Nieto