El Club deportivo Peña de la Cruz de Béjar alerta sobre la muerte de peces en el Cuerpo de Hombre
Los pescadores denuncian el uso indiscriminado del agua por parte de las minicentrales hidroeléctricas.
Collage de imágenes con algunos de los efectos denunciados por la el colectivo Peña de la Cruz
La falta del agua, empleada para turbinar y el vaciado del embalse a la altura del museo textil ha dejado un tramo del Río Cuerpo de Hombre seco temporalmente y, por consiguiente, sin hábitat para los peces. Han aparecido numerosas truchas, alevines muertos o moribundos, por la falta de agua en el azud.
“Hay que ser sinvergüenza para dejar el río seco de esta forma, Hay alevines fuera del agua por todas partes. Van a morir todos. Ya hemos encontrado alguna. La causa, sencilla. Tenemos el canal lleno, lo vaciamos y hasta que no se vuelva a llenar, que pueden pasar horas, no vuelve el agua al río”, denuncian desde la sociedad de pescadores Peña de la Cruz.
Los hechos denunciados a Medio Ambiente y al SEPRONA se deben al vaciado del canal de derivación, que estaba lleno, por que no funcionaba una turbina de una central cercana a la zona referida. Al abrir la compuerta de ésta se produjo el vaciado del embalse del Museo Textil. En esta situación se queda seco el río, desde el azud hacia abajo. En concreto la zona afectada se corresponde con una distancia de cerca de un centenar de metros.
La actividad y la práctica de estas centrales, que llenan el canal para poder generar y vender energía eléctrica en una época en la que debido al caudal escaso no se debería, se salda con la muerte de las preciadas truchas, principal indicador del estado del hábitat del rio. Los alevines quedan encharcados y terminan muriendo sin agua o cocidos al sol de la canícula.
La sociedad, Peña de la Cruz, facilitará los datos y las pruebas de este hecho, tanto a Medio Ambiente como a la Confederación Hidrográfica del Tajo, responsables en este caso de garantizar el caudal ecológico para la vida del río. El colectivo, con cuyos miembros ha hablado i-bejar.com apunta al “egoísmo” de quienes turbinan sin criterio. Es decir, como no hay caudal suficiente para turbinar, llenan los canales hasta que consumen el agua y repiten el proceso. Todo para obtener beneficios por la producción eléctrica y sin pensar en la supervivencia del rio.
