Los empresarios catalanes culpan a personas ajenas a la empresa de haber sido las causantes de la polémica y asegura que la sociedad sigue estudiando la ubicación en la ciudad.
Riñones insistió en que la empresa catalana no tiene decidido absolutamente nada, ni a favor ni en contra.
El alcalde se alegró que ya no sea la inmobiliaria del grupo Jitex, junto a Alditex, la que se dirija al Ayuntamiento, si no la propia empresa textil.