La Universidad de Salamanca presta cuatro libros del siglo XVI a la muestra "Caballeros y caballerías. 500 años del Amadís de Gaula"
La exposición se celebrará en el Museo de las Ferias de Medina del Campo del 29 de octubre al 4 de enero de 2009
Universidad de Salamanca / La Universidad de Salamanca contribuye con cuatro libros impresos del siglo XVI a la exposición “Caballeros y Caballerías. 500 años del Amadís de Gaula”, que se celebrará en el Museo de las Ferias de Medina del Campo entre el 29 octubre de 2008 y el 4 de enero de 2009.
La localidad vallisoletana de Medina del Campo conmemora este año el quinto centenario de la primera edición del Amadís de Gaula, pionera de la novela de caballerías en castellano, que fue dada a conocer por Garci Rodríguez de Montalvo, regidor de Medina del Campo.
La exposición reúne alrededor de cien piezas de los siglos XV al XVII --obras de arte, armas, libros, etc.-- relacionadas todas ellas con la figura del caballero y el género de los libros de caballerías. Para ella la Universidad de Salamanca ha prestado cuatro obras impresas en el siglo XVI conservadas en la Biblioteca General Histórica:
Tres de los impresos son sevillanos, tanto una Crónica del rey don Pedro de Castilla, impresa en 1542 y con una portada a dos tintas que representa al rey en su caballo en actitud caballeresca, como dos Tratados de la caballería de la gineta, uno de 1551 debido a Fernando Chacón y otro de 1572, cuyo autor es Pedro de Aguilar.
Cronológicamente el último es el Libro del passo honroso, impreso salmantino de 1588, que puede considerarse ejemplar único y que narra una hazaña caballeresca basada en un hecho real acaecido en 1434. Se trata de la historia de Suero de Quiñones, quien se presentó ante el rey Juan II de Castilla y su corte declarándose “en prisión de una señora de gran tiempo acá”; como signo visible de su prisión, llevaba en el cuello una argolla de hierro. Para rescatarse a sí mismo propuso realizar un paso de armas: Quiñones se situaría en un transitado puente del Camino de Santiago en el mes de julio, cuando se celebra la fiesta del santo y la afluencia de peregrinos es mayor; allí, ayudado por algunos compañeros, se batiría con todo caballero que pretendiera atravesarlo.
