Izquierda Republicana considera intolerable el privilegio católico de que los curas formen parte de los comités de ética de los hospitales públicos madrileños
Izquierda Republicana considera que la renovación del acuerdo de la Comunidad de Madrid con el arzobispado católico de Madrid de presencia clerical en los hospitales públicos madrileños, y ahora ampliado a que formen parte de los comités de ética y de los
La Voz de Salamanca (Ramón García) / Izquierda Republicana considera que la renovación del acuerdo de la Comunidad de Madrid con el arzobispado católico de Madrid de presencia clerical en los hospitales públicos madrileños, y ahora ampliado a que formen parte de los comités de ética y de los comités interdisciplinares de cuidados paliativos, para que emitan su voto dentro de este comité encargado de decisiones como la sedación de enfermos terminales, la práctica de un aborto o la rean imación de un bebé en determinados casos, es un acuerdo que choca frontalmente con la supuesta aconfesionalidad del Estado y sus diversas administraciones y con el principio de libertad religiosa.
Esto es así puesto que se permite que una religión, con conocidas doctrinas acerca de esos asuntos mencionados, en muchos casos contrarios a ellos, como en el caso del aborto o los cuidados paliativos, van a poder dar su voto negativo, a pesar de que la moral actual de la sociedad está en contra de lo que defiende la iglesia católica, y por eso la legislación democrática defiende la posibilidad de esos tratamientos y actos médicos que entran en colisión con la moral católica.
Además, choca con la libertad religiosa, pues los representantes de una sola confesión religiosa van a tratar de imponer su punto de vista moral a pacientes de otras confesiones, que en Madrid también hay y en gran número, violentando así las creencias de evangélicos, judíos o musulmanes, entre otros.
Este acuerdo demuestra nuevamente la confesionaldad abierta del Partido Popular y la confesionalidad vergonzante –cada vez menos- del PSOE, partidos que se alternan hasta ahora en el gobierno de la Comunidad de Madrid, pues sólo viene a aumentar la presencia e injerencia de la jerarquía del catolicismo en el ámbito público, y en concreto, en la sanidad pública, pues nunca ha dejado de haber curas católicos en los hospitales, a sueldo del erario pero obedeciendo sólo a sus superiores religiosos.
Es lamentable observar que la Comunidad de Madrid no haya pasado, desde un punto de vista cultural, por el Siglo de las Luces, cuando la cultura occidental pasa a elaborar una ética liberada de los dogmas religiosos, prefiriendo, ahora que se está en plenos fastos del bicentenario de la Guerra de la Independencia de la invasión napoleónica, seguir gritando: “Vivan las caenas” religiosas a pesar de lo que defiendan en cuestiones de moralidad y ética las leyes y la sociedad madrileña.
Secretaría de Comunicación de Izquierda Republicana