Las ingentes cantidades dinero empleadas en el proyecto por la anterior corporación y la ausencia de resultados fueron polémicas durante las pasadas legislaturas y llevaron al actual equipo de gobierno a anunciar una auditoria que se realizará en cuanto el proyecto haya concluido.
La pasada semana el alcalde se reunía con el director general de SEPES y director general de arquitectura y vivienda, Antonio Llamas. Es de estos organos de los que dependen las obras del museo textil, a las que aún le quedan muchos y costosos apartados. El equipo de gobierno que preside Cipriano González trata ahora de obtener la financiación desde el Ministerio de la Vivienda para la conclusión del proyecto.
Alejo Riñones llegó a anunciar en el 2003, que en los primeros meses del 2004 la ciudad ya podría contar con el museo, obviando las fases mencionadas anteriormente y para las que el anterior equipo de gobierno no contaba con presupuesto. Riñones llegó a afirmar que “en los primeros meses del 2004, la ciudad ya dispondrá del museo textil”, pero faltaría aún su equipamiento. Para ello, según el edil, se requerirá otra fuerte inversión, tanto en la reparación de los equipos, ya en propiedad del Ayuntamiento, como en la adquisición de nuevos elementos. Riñones manifestó que las ayudas para el equipamiento podrían obtenerse a través de la Dirección General de Patrimonio, puesto que la intención es convertir las instalaciones, de más de 3.000 metros cuadrados, en un museo regional.