Puerto de Béjar: La localidad cuenta con pasado romano
El pueblo se enmarca en la comarca de la Sierra de Béjar, a unos 10 kilómetros del centro de la misma y a unos 82 kilómetros de Salamanca. Su altitud es de 850 metros y ocupa una superficie de 10,40 kilómetros cuadrados. Se compone de dos zonas diferenciadas: el núcleo de población más antiguo, y el otro núcleo poblacional, conocido como la Colonia de la Estación, en el encuentro del ferrocarril con la carretera de Salamanca a Cáceres y las desviaciones a Peñacaballera.
El clima de montaña es característico, con nevadas en invierno y temperaturas moderadas en verano. La influencia del valle y su comunicación con Extremadura hace que las temperaturas no sean extremas.
La mayor parte del término esta constituido por monte bajo con explotaciones forestales y ganaderas. Todo el entorno municipal posee notable valor paisajístico, como corresponde al medio natural de montaña.
Pasado romano
Su ubicación e historia ligan indudablemente la localidad al trazado de la calzada romana Vía de la Plata, aunque la información histórica que ofrecen sus restos --el firme, piedras marginales, alcantarillado, guardacantones, miliarios y la más que probable localización de la mansión Caelionicco, dentro del término municipal-- dejan fuera de toda duda la existencia de un núcleo poblacional dentro del municipio de Puerto de Béjar. Su antigüedad puede ser aún mayor debido a la existencia anterior de un castro vetón, en el que posteriormente se asentó la mansión citada a la vera de la ruta de la Plata.
Cuentan entendidos locales que durante las épocas romana y visigótica perteneció a la circunscripción de la Tierra de Salamanca, con la que se comunicaba, a través de la Calzada de la Plata, situando algunos historiadores en su término municipal la ciudad de Ceciliovico, que habría pasado por estas tierras, de acuerdo con las crónicas romanas. Asimismo, durante los siglos I, II y III a.C. y I, II y III d.C., visitaron la zona otros conocidos personajes de la historia como Viriato, Escipión, Julio César y los emperadores Augusto, Trajano, Adriano, Marco Aurelio y Teodosio.
Fotos: Santiago Nieto