La Boda Típica de Candelario podría convertirse en fiesta de interés turístico regional

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Agosto 08, 2006

La Boda Típica de Candelario contará con más de 40 participantes y 16 miembros de organización, tal y como explicó el secretario de la asociación cultural Cuesta de la Romana, Luis Nieto. Nieto considera imprescindible la participación de los vecinos de candelario que posean el traje. El secretario del colectivo cultural explicó los pasos seguidos en el desarrollo del acto que se celebrará el próximo domingo.


Declaraciones de Luis Nieto en SER Béjar


Nieto anunció la novedad de la participación e vecinos de Miranda del Castañar, ataviados con sus trajes típicos. Los trámites para que la fiesta sea declarada fiesta de interés turístico regional ya han sido iniciados. En 1.989 surgió la primera representación de estas bodas, fruto de la colaboración de un grupo de vecinos dirigidos por las hermanas Vallejera. La celebración comienza con la tradicional  pedida de la novia: Los familiares del novio y éste acudirán a casa de la novia. La entrega de la cesta es como se conoce popularmente al intercambio de regalos entre los familiares de los contrayentes. El ritual religioso es en domingo. De casa del novio salía la comitiva a casa de los padrinos. De aquí padres y padrinos vuelven a por el.Todo el cortejo marchaba a casa de la novia . A su puerta se cantaba para que ésta saliera, y así lo hace tras un ratito de espera. Finalmente se dirigen todos a la Iglesia, el novio del brazo de la madrina y la novia del brazo del padrino.


A la entrada de la Iglesia un mozo llamaba a la puerta. Aquí los recibe el sacerdote con un monaguillo. Es en el pórtico donde se celebraba el ritual canónico del matrimonio e imposición de anillos. El cura unía las manos de los novios y así subían al altar entre cantos tradicionales. Finalmente un mozo del novio junto a una moza de la novia cubren a los novios con las "velambres" mientras éstos sostenían una vela encendida.


Terminada la ceremonia todo el cortejo se dirigía a la casa donde se celebrará el banquete. Una vez allí, el novio y el padrino saludan a todos quitándose el sombrero, gesto que marcaba el inicio del convite consistente en vino y perrunillas para todos. Después de comer se realizará el tálamo. En él se ofrecían objetos y enseres del ajuar. A continuación habrá un baile de tamboril y un grupo tradicional. Antes, tras el baile, se merendaba con chorizo, jamón, chocolate y agua de azucarillos. Por la noche se cenaba ligeramente. Cuenta la tradición que el lunes de bodas se dedicaba a recoger y repartir los enseres traídos el sábado. Para los más allegados había una comida a base de calderillo. Pocas veces se casaban con forasteros. Si esto ocurría, los mozos exigían al forastero un tributo por llevarse una moza del pueblo, llamado "pijardo", la cuantía dependía de las cualidades y posición económica de la novia. El negarse a pagarlo traía consigo bromas no exentas de brutalidad.