Los resultados electorales permiten prever una legislatura más tranquila y cómoda para el PSOE

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Marzo 10, 2008

Análisis de los resultados de las Elecciones Generales 2008 - Noticias

La Voz de Salamanca (Javier García Pedraz) / Análisis de los resultados de las Elecciones Generales 2008

Los resultados de las Elecciones Generales 2008 facilitan un pronóstico de tranquilidad y sosiego en las cámaras y de agitación y movimiento en los partidos.

La clara victoria de Zapatero en la noche de ayer ofrece la posibilidad de un horizonte donde la calma y el diálogo reinen la política estatal. La legislatura de la crispación acabó y los ciudadanos fueron jueces legítimos para cada formación. En las primeras horas de esta nueva etapa de gobierno socialista aflora un tangible optimismo liderado por un talante reforzado, por una actitud constructiva sobradamente entrenada y por una capacidad de diálogo y entendimiento que invitan a pronosticar una etapa de calidad política.

Igual de clara es la derrota de un Mariano Rajoy que se verá obligado a hacer autocrítica si quiere apagar a tiempo el fuego del esperanzado sector más duro de la derecha. Además, el candidato conservador sabe de sobra que su mal resultado electoral es producto de su inmovilismo ideológico y de la crispada oposición. En definitiva, Rajoy tendrá que moverse hacia un sector u otro, a sabiendas de que Aguirre, Camps y Gallardón no esperarán demasiado en mover ficha. A juzgar por el breve, indeciso e inexacto discurso de ayer, Rajoy sabe que tiene que hacer algo para salvar el cargo, pero no sabe qué.

La injusta Ley electoral se cobró de nuevo la víctima de siempre: Izquierda Unida sólo obtuvo dos escaños, a pesar de ser la tercera fuerza política en número de votos. Este vacío democrático, junto con la tendencia bipartidista del escrutinio, añadido a un electorado temeroso de una victoria del radicalizado Partido Popular, ha supuesto el auténtico hundimiento de su representación parlamentaria.

Más allá de esta fórmula explosiva, Izquierda Unida viene arrastrando importantes problemas derivados de la propia concepción y estructura del partido que pudieran haberles costado caro. Parece que la crónica división en el seno de IU fue decisiva en provincias clave. También ha podido perjudicar a la coalición de izquierdas el conocimiento por parte de la opinión pública del pacto de gobierno que mantenían en Mondragón IU y ANV, y que ha podido ser la puntilla de un pastel envenenado que ha tenido que probar quien menos lo merecía: Gaspar Llamazares. La resaca política de las elecciones de ayer se llevará consigo un sabor agridulce para la izquierda, al saber que su resultado será que IU perderá al coordinador que con mayor honradez y responsabilidad ha sabido llevar una oposición, y que sin duda alguna ha sido el mejor orador del Congreso en la pasada legislatura.

Llamazares ha pagado caro el caos estructural de IU, así como una militancia no siempre tolerante ni paciente. También parece que la errática dirección de Esquer Batua que, enferma del "cáncer Madrazo", ha podido llevarle definitivamente al hoyo electoral. Llamazares será echado en falta el día en que la política española no disponga de un innegable sentido común, ni de su juego limpio, ni de su lealtad a la democracia. Llamazares ha sido, entre otros, un necesario protagonista del cambio social y político de los últimos cuatro años en España.

Por otro lado, los nacionalismos han probado cuánto escuece la política de la transgresión. En Cataluña, ERC ha pagado sus excesos con escaños, tras haber jugado a la Guerra Civil con su "No pasarán" (que, por cierto, era el lema de la Resistencia de Madrid) y compartiendo obsesión con la COPE en su ataque contra la monarquía. CiU sigue estando ahí, paralizada en su discurso y en una actitud de "espera de llamada" que nadie se cree.

En Euskadi el panorama ha cambiado radicalmente. Los vascos acudieron a las urnas con la fortaleza de Sandra en la memoria, para votar decididamente contra el terrorismo. Analizando los resultados, parece que el pueblo vasco tomó nota de la marcha (o huida) de Josu Jon Imaz y de la propuesta kosovar de Ibarretxe, para estrechar la mano de un Patxi López al que cada vez le sienta mejor lucir el talante de ZP y la desvinculación de Rosa Díez del PSE.

Y, hablando de la cenicienta, Rosa Díez, al fin, ganó una elección. Aunque no alcanzó ni por asomo los 5 escaños que prometió al inicio de campaña a sus seguidores (y también a sus donantes presupuestarios), Rosa Díez obtuvo el resultado que le permite volver a sentarse en el ansiado sillón, gracias también a la inestimable colaboración de su incondicional "Pedrojota". Aunque es temprano para hablar del futuro de la legislatura, gracias al discurso de Díez anoche, todo parece indicar que UPyD (el partido de Rosa hasta en el color) insistirá en el mismo discurso "anti-todo" también desde el Congreso.

El BNG se lanzó nuevamente a la aventura y consiguió el mismo número de escaños que en 2004, con un discurso más pragmático, centrado en convertirse en una fuerza política decisiva para el nuevo gobierno socialista. Cabe recordar que el BNG ya gobierna con el Partido Socialista de Galicia en su comunidad, con una colaboración que parece estar fructuosos resultados.

La noche de ayer fue sangrante para los partidos nacionalistas de derechas. PNV fue derrotada por el PSE después de décadas. Además, Coalición Canaria cayó considerablemente en el número de votos en favor de un PSOE que se afianza en el archipiélago como una solución posible y real a sus serios problemas. En Andalucía, además del aplastante triunfo del PSOE de la mano Chaves, habría que destacar la caída de un Partido Andalucista, que tocado por más de un escándalo urbanístico, hizo un espléndido ridículo y se quedará en casa.

Lo mejor de la jornada: el pueblo habló. La esperanzadora quiniela de la calle Génova no dio "ni una" y la participación subió del 75%. Gabriel Elorriaga, que perdió su segundas elecciones generales al frente de una campaña, esta vez como Secretario de Comunicación, se tuvo que comer algunas declaraciones realizadas al Finantial Times. En una sociedad madura con una opinión pública fuerte como la española, predicar por la ausencia del voto es estimularlo e infravalorar la inteligencia de los españoles es ayudarles en su libre decisión. Y es que los españoles sabían que no hay nada más reaccionario que poner trabas a una democracia que ha costado millones de muertes, siglos de cautiverio en inmundas cárceles, indescriptibles epidemias y hambrunas, en medio de una represión ideológica y política con la que la propia sociedad civil acabó hace apenas 30 años.

En resumen: el PP puso su férrea mano derecha en la boca del pueblo para callarlo, y éste la mordió con rabia. Y, entonces, el pueblo habló.

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