Periodismo 2.0: McCarthy en el siglo XXI

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Diciembre 28, 2007

¿Si decimos que esta mañana un periódico ha publicado en su cuarta pagina unas fotos de los asistentes ayer a un Pleno Municipal marcando con un circulo la cara de los ciudadanos y poniendo al lado su militancia en asociaciones o partidos pensaríamos que

La Voz de Salamanca (José J. de Vega) / Pues eso ha sucedido. La Gaceta de Salamanca es un periódico conservador, eso no es ningún secreto en esta ciudad que recuerda que Gil Robles fue uno de sus directores, pero en su edición de hoy ha traspasado todos los límites.

La primera estrategia defensiva del Ayuntamiento de Salamanca fue argumentar que esas subidas repercutirían en una mejora del servicio prestado, poca inocencia queda y nadie se lo creyó. La mayor parte de los salmantinos está muy cansado de tener que pagar los errores de una corporación que tiene los bolsillos rotos para lo que le interesa, que no es el bien común.

La segunda estrategia consistió en presentar, el día anterior a la segunda manifestación, una serie de proyectos en los barrios periféricos que esos millones servirían para sufragar. Sin embargo, después de años de desidia con los mismos y de perdonar 18 millones a los constructores, pocos quedan que comulguen con ruedas de molino.

La estrategia actual del equipo municipal consiste en culpar al Gobierno de España del mal estado de las arcas municipales y tachar todas estas manifestaciones de estrategia política del PSOE para derribarles. En esta última ha encontrado el apoyo, no sorprendente por otro lado, de La Gaceta de Salamanca, el periódico mayoritario de la provincia de Salamanca con la mitad de las ventas.

La última de esas manifestaciones, la tercera, fue el pasado miércoles 26 por la tarde. El jueves 27, bien temprano, algunos vecinos asistieron al Pleno Municipal en el que se iba a aprobar la subida, siendo desalojados por la fuerza. Tanto la manifestación como el desalojo salieron en los telediarios nacionales.

Hoy, el día después de que el Pleno municipal fuera desalojado, ese periódico publica unas fotos en las que rodea con un circulo la cabeza de militantes de partidos, asociaciones y sindicatos, que como no podía ser de otra forma en personas con inquietudes cívicas, se encontraban allí. Representan una minoría (6 entre 30) pero les sirve de "innegable" prueba que sostenga su conspiración, la prueba del agua, el designio de Dios.

Ni aunque fuesen una mayoría tendría bula al mal llamado periodista para traspasar los limites legales y deontológicos. Tachar a la gente por su ideología, corromper la acción individual de ciudadanos activos, hacer listas negras, no solo es dudosamente constitucional, si no claramente criticable, insolidario, fascista, inquisidor y falsificador. No es admisible ni ahora ni en forma alguna.

No es el momento de un corporativismo de los medios, por lo que animemos e invitemos a Tribuna y El Adelanto a enseñar sus cartas, si no serán cómplices, las tres putas de Babilonia. Es el momento de dejar claro cual es la relación entre poder y prensa, sus limites y verdades. Y la verdad es que Torquemada y McCarthy siguen vivos haciendo listas negras en la redacción de La Gaceta de Salamanca.

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