Fallece el jugador del Sevilla Antonio Puerta

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Agosto 28, 2007

El jugador internacional del Sevilla, Antonio Puerta, ha fallecido en la tarde de hoy tras sufrir una isquemia cerebral y después de pasar varios días en la UCI del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

La Voz de Salamanca (Paula Lastra) / Antonio Puerta perdió el conocimiento el sábado pasado durante el partido que el Sevilla diputaba contra el Getafe. No era la primera vez que se desmayaba, hace algunos días había sufrido otros dos desvanecimientos. Por eso, antes de jugar, Puerta se había sometido a distintos análisis médicos que no mostraron nada anormal. Tras el desvanecimiento en el campo, consiguió dirigirse por su propio pie al vestuario, pero una vez allí sufrió una nueva parada cardiorrespiratoria que logró superar gracias a la ayuda de un desfibrilador.

Son varios los jugadores de fútbol que han fallecido tristemente sobre el campo de futbol en los últimos años entre ellos los brasileños Cristiano de Lima (Dempo Sport Club) de 25 años y el lateral del Caetano de Brasil Serginho de 30 años. El húngaro Miklos Feher de 24 años (Benfica) también falleció en el césped en un partido de liga contra el Vitoria Guimaraes. De la misma forma falleció el camerunés Mark Vivien Foé durante la Copa Confederaciones en Lyon, Francia en junio del 2003. Otros, como el portero del Independiente de Argentina, Lucas Damián, de tan sólo 20 fallecen horas después de la disputa de un partido debido a una parada cardiorrespiratoria. Sin embargo el fútbol no es el único deporte en el que en la última década se han producido este tipo de hechos luctuosos, los ciclistas Fabrice Salason y Denis Zanette o los baloncestistas Raimond Jumikis (Letonia) y Hank Gathers (USA) fallecieron en similares situaciones.

Los deportes más expuestos a la muerte súbita son ciclismo, fútbol, atletismo y baloncesto. Sin embargo en España mueren anualmente de esta manera 800 personas. La mayoría de los casos estas muertes se producen debido a problemas congénitos, cardiopatías o problemas cardiovasculares preexistentes. Ante una situación de crisis sólo una rápida actuación y los desfibriladores salvan vidas.

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