Ecologistas en Acción alerta de que la minicentral del Puente Romano ya tiene el visto bueno

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Enero 17, 2007

La asociación Ecologistas en Acción se hace eco en una nota de prensa de los rumores de que la Declaración de Impacto Ambiental de la minicentral eléctrica que los editores de la Gaceta pretenden construir en la margen izquierda a la altura de la pesquera

La Voz de Salamanca (José J. Vega) / Ecologistas en Acción de Salamanca viene alertando desde hace ya tres años de la pretensión de construcción de una central hidroeléctrica en el cauce del río Tormes (Salamanca) en la zona conocida como la Aceña del Arrabal promovida por la empresa GRUPOSA, editora del diario La Gaceta Regional de Salamanca, cuyo emplazamiento para la edificación se localiza dentro de los límites del entorno de Protección del Puente Romano de Salamanca. Una alerta que justifican debido al impacto severo que esta construcción tendrá sobre uno de los monumentos más simbólicos de nuestra ciudad, además del evidente impacto ambiental sobre el río Tormes.

Transcurridos tres años desde la publicación del anuncio por el que se sometía a información pública esta construcción, desde Ecologistas en Acción se manifiesta la fundada sospecha de que el proyecto habría recibido una Declaración de Impacto positiva por parte del Ministerio de Medio Ambiente, una declaración que de confirmarse, y ante la inminencia de las elecciones municipales de mayo de 2007, la organización ecologista interpreta como una muestra más de cómo un PSOE acomplejado hace desesperados esfuerzos por no enfrentarse al poder mediático y manipulador de GRUPOSA.

Gruposa en el periodo de alegaciones al nuevo Plan General de Ordenación Urbana, solicitó que todo el ámbito de la central (molino del arrabal y aceña) fuese considerado como “parque supralocal” con el objetivo evidente de que la licencia tuviese que ser concedida por la Junta de Castilla y León, y donde la empresa tenía depositada su confianza ante el cambio en el Gobierno central de marzo de 2004, además de no querer que fuera el Ayuntamiento de Salamanca quien acarrease con la impopularidad de la decisión.

La organización ecologista recuerda que el anuncio por el que sometía a información pública la solicitud de autorización de aprovechamiento de aguas, la declaración de utilidad pública y el Estudio de Impacto de Ambiental se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Salamanca del 9 de enero de 2004.

Las instalaciones se localizarían en el entorno de protección del Puente Romano, declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento. Dicho entorno está delimitado mediante Decreto 67/1998 de 26 de marzo de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León (BOCyL 1 de abril de 1998).

Ecologistas en Acción tras analizar el proyecto que se publicó en el B.O.P. del 9 de enero y los posibles impactos que se mencionaban, con las medidas correctoras propuestas, concluyó que la repercusión sobre el propio río, por un lado -en especial en su ribera y en su imagen, al ser el espacio natural más importante para la ciudad de Salamanca y su patrimonio-, y la falta de idoneidad en estos momentos, por otro, acompañada de la rentabilidad mínima que supondría una explotación privada para el salmantino de a pie, rechazó su puesta en marcha. Entre estos impactos destaca la alteración del caudal del río Tormes, la eliminación de la vegetación y repercusión en la fauna y la perturbación gravísima del paisaje de la zona afectada. El interés por intervenir en esta zona debería encaminarse a diseñar un plan de ordenación que hiciera del río una parte más de Salamanca y así concebirse como patrimonio escénico, integrándolo para su disfrute y para el mantenimiento saludable de sus características.

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