Donald Trump en Béjar

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Diciembre 13, 2016

"Schwarzenegger nos dio la pista definitiva. Donald Trump nunca nos abandonará, porque, en realidad, lleva varias décadas con nosotros".

Ciudadanos por Béjar y Comarca / El aniversario de la Constitución Española es un buen motivo para analizar si la democracia, concebida como el sistema de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes, goza de buena salud en nuestro ayuntamiento. Nadie podrá decir que el consistorio bejarano no es una institución democrática; pero, a falta de demócratas, no se cumple la definición al completo, ya que funciona como un pequeño estado de “derecho atemperado” por la inobservancia de las leyes.

Nuestro Alcalde-Presidente se ha institucionalizado al modo populista de Trump, arrogándose todas las competencias. Él asume en realidad todas las concejalías, todos los temas judiciales y todas las iniciativas, vengan de donde vengan. Él se autoconstituye en comisión de lo que sea, e impone su versión de la Ley.

Suya es la decisión en materia urbanística, como han declarado sus responsables, todo lo hace el Alcalde, Suyo es el criterio para gestionar la hacienda municipal, para negociar, para contratar o decidir quien trabaja para el Ayuntamiento.

Así se ha puesto de manifiesto, una vez más con la contratación para la revisión reglamentaria y obligatoria del telesilla en la estación de esquí. El Alcalde, mediante Providencia de fecha 15 de julio, decidió, de antemano, (antes de los preceptivos informes y antes, incluso, de recibir las propuestas de las empresas que podrían optar al contrato) que se trataba de un contrato mixto de obras y suministro y se adjudicaría por procedimiento negociado sin publicidad a una empresa determinada, por un importe, detallado hasta el céntimo, de 81.644,35 euros. Como ya dijo una vez el propio Alejo-Trump: “Vine, vide, vince, o sea, divide y vencerás”. En este caso, iníciese un expediente de contratación donde ya está todo el pescado vendido.

En el resto de estaciones de esquí gestionadas por iniciativa pública, estas revisiones extraordinarias y obligatorias (tal y como recoge el Reglamento de Transportes por Cable, que precisa y detalla las tareas a realizar) se llevan a cabo con un contrato de servicios de mantenimiento y reparación, como refleja el Anexo II de la Ley de Contratos del Sector Público, adjudicado mediante concurso público a partir de un Pliego de Condiciones donde las prescripciones técnicas son pieza angular, para garantizar el cumplimiento de todos los requisitos legales. Así se hizo en la Diputación Provinicial de León con el Telesilla del Cebolledo en la estación de esquí de San Isidro; aquí no, aquí el Alcalde decide primero y luego se inicia el expediente para decidir lo que ya está decidido.

Mientras unos visten el muñeco, están los que dicen amén y los que miran para otro lado. Ninguno de ellos cumple con su obligación de servir al ciudadano. ¿Nada tienen que decir los técnicos ni la oposición? El Artículo 9 de la Constitución española proclama que “los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”. Bueno es recordarlo una vez más cuando nuestra Carta Magna cumple 38 años, porque en nuestra propia casa parece regir otro código en el que el fin siempre justifica los medios.

Desde “CiudadanosxBéjar”, volvemos a denunciar esta política personalista, basada en el “ordeno y mando”, frente a la que no cabe resignarse con tibieza o. peor aún, con anquilosamiento. Los ciudadanos hemos elegido a unos representantes para que ejerzan en nuestro nombre la soberanía que nos corresponde y han de cumplir con su papel hasta las últimas consecuencias, no hay otra manera de ejercer la democracia.

Nuestra democracia municipal está en coma a la luz de la Constitución y no es previsible su restablecimiento, pues desde la oposición tampoco se hace mucho para que recupere la salud. De hecho, da la impresión de consentir y amparar el populismo, contagiada por la enfermedad democrática de una ciudad entera donde nadie parece estar dispuesto a ejercer su derecho a plantar cara a una gestión municipal personalista, de cuestionable legalidad y carente de transparencia, demandando a nuestros representantes que exijan el cumplimiento estricto de la legalidad y que no permitan el “ordeno y mando”, al estilo Trump.

CIUDADANOS POR BEJAR Y COMARCA