El Ayuntamiento de Béjar quiere derribar la casa del maestro flamenco Juan Luis Meluis

Residencia Mamá Margarita, Béjar

Redacción i-bejar.com
Octubre 20, 2015

El grupo cultural San Gil denuncia las intenciones municipales de derribar esta histórica edificación, justificándolo en un supuesto estado de ruina del inmueble

Si la movilización ciudadana no lo impide, el edificio será derribado por el Ayuntamiento de Béjar, "justificando una decisión tan lamentable en el supuesto estado de ruina del inmueble. Al parecer, no cabe en la mentalidad de nuestros representantes públicos la noción de rehabilitación que se practica en otros lugares con mayor amor por su Patrimonio Histórico: aquí casi siempre se actúa para derribar y dejar sitio para aparcamiento de coches, sin lugar para la conservación de los espacios valiosos desde el punto de vista patrimonial".

El edificio desahuciado por estos gobernantes “con tan poca sensibilidad” está dentro de la delimitación del Conjunto Histórico de Béjar y es uno de los escasos ejemplos de casa-obrador del siglo XVIII, precisamente construida para uno de aquellos maestros flamencos o franceses que vinieron a Béjar entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, “esa parte de nuestra historia de la que tanto nos gusta hablar, pero que al parecer no nos mueve lo bastante como para protegerla en sus restos más representativos y memorables, como es el caso. El atentado sería más grave aún por cometerse justo en el Año Europeo del Patrimonio Industrial y en una ciudad que quiere presumir de ello: ¿de qué presumimos, señor alcalde, señores concejales del equipo de Gobierno, señor arquitecto municipal?”, defienden desde el grupo cultural.

“Esperemos que esta vez el desconocimiento premeditado y la piqueta no sean tan atrevidas como es costumbre y el Ayuntamiento dé marcha atrás para presentar lo que verdaderamente corresponde: un proyecto de rehabilitación que salve de la supuesta ruina este edificio, algo técnicamente posible y al alcance de los recursos públicos y privados que deban ser puestos a su servicio, como se hace en cualquier ciudad civilizada que aprecie su historia y su cultura”.